Mi mayor droga eres tú.

104.

NARRA CHANDLER:

No podía estar más a gusto. La tenía en mis brazos acurrucada en mi.

Chandler: ¿estás a gusto? -susurro-

Asintió tras una sonrisa, la verdad es que estaba adorable. Me podía cuando estaba así de sensible, no se quería separar de mi ni un momento.

Miré el reloj y eran las 18:30, no se en que momento hacía pasado pero se había pasado la hora volando.

Chandler: Gemma.. -susurro- son las 18:30

Se incorporó y miró el reloj que tenía colgado en la pared. Puso una mala cara y agarró el móvil.

Gemma: diles que después vamos -dice con vos adorable- quiero estar un rato más así

No me podía resistir, ella no lo sabía, pero podía hacer conmigo lo que quisiera.

Chandler: está bien -sonrío-

Vi como agarraba la manta y se quitaba la camiseta, quedandose solo en bragas. No pude evitar quedarme embobado.

Gemma: Así estoy mucho más cómoda -me mira sonrojada-

Sabía perfectamente lo que quería, a mi también me apetecía estar pegada a ella y sentir su piel con la mía.

Me quité la camiseta y la agarré con fuerza hacia mi.

Gemma: quería sentir tu piel... -me mira a los ojos-

En un momento noté una erección, no podía evitarlo, la tenía casi desnuda en mis brazos y encima me miraba de esa forma.

Preferí no decirle nada, además con los vaqueros se notaba algo menos, intenté disimular. Pero ella no hacía más que acariciar mi torso, y noté que iba bajando cada vez más.

Gemma: Chandler... -acaricia mi erección encima del pantalón-

Chandler: ignoralo -susurro-

Pero no me hacía caso, seguía acariciandome y solo iba a conseguir que perdiese el control.

Chandler: Gemma por favor... -digo con la respiración agitada-

Gemma: deja que te ayude con esto -me des abrocha el cinturón-

La noté con ganas así que no pude decirle que no, me bajé los pantalones y ella me bajó la ropa interior.

Gemma: tengo ganas de te corras -susurra en mi oído-

Comenzó a tocarme mientras me daba besos por el cuello. La agarré fuerte por la espalda intentando controlar mis ganas.

Fue dándome besos por todo el cuerpo, iba bajando más y más hasta llegar a mi erección.

Suspiré cuando sentí su aliento cerca de mi miembro. Lo acarició suavemente y sin dudarlo se lo metió en la boca.

Comencé a sentir mucho placer, mientras ella seguía la agarré del pelo. No podía aguantar más, estaba tan cachondo que no iba a tardar en correrme.

Chandler: Gemma... -gimo- no creo pueda aguantar más...

Le dio exactamente igual, siguió hasta que notó que ya me estaba corriendo. Terminó con la mano y lamió hasta que se me bajó la erección.

Gemma: al final me salí con la mía -se muerde el labio inferior-

Yo me quedé anestesiado en la cama, apenas podía hablar.

Gemma se acercó a mi y me besó, quitándome el poco aliento que me quedaba.

Gemma: Voy a vestirme -susurra en mis labios-

La besé en los labios y ambos nos vestimos para ir con los demás.