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NARRA CHANDLER: 

Me coloqué los cascos y me fui en dirección a los merenderos. A veces no podía evitar recordar cuando andaba por este camino de la mano de Gemma.

Cada paso que daba me derrumbaba aún más.

Llegué allí y estaban todos, con cara de esperar una explicación de todo lo que estaba pasando y de porqué Gemma no estaba aquí.

Carlos sin decir nada me abrazó, después Ana.

Ana: tienes que contarnos que ha pasado -preocupada-

Sergio: si -afirma- nosotros te ayudaremos

Chandler: siempre es la misma persona la que lo jode todo -cabreado-

Ana: se va a enterar... -murmura-

Peter: ¿que ha hecho ahora? -preocupado-

Chandler: no sé como lo ha hecho pero ha hecho creer a Gemma que la estaba engañando con ella -explico-

Fer: claro -piensa- y como no recuerda nada es muy fácil engañarla

Carlos: esto no va a quedar así -cabreado-

Carlos sacó de su mochila una botella de alcohol, tal y como le pedí.

Carlos: hoy pasamos de fumar, bebed quiénes quedáis -indiferente-

Era lo único que me haría olvidar por unas horas, o quizás lo iba a pasar peor, quien sabe

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Era lo único que me haría olvidar por unas horas, o quizás lo iba a pasar peor, quien sabe.

La tarde era muy rara, echábamos de menos a Gemma. Ana fue la primera que se emborrachó y comenzó a llorar.

Ana: la voy a matar -dice refiriéndose a Lucy- Gemma tendría que estar aquí con nosotros -se tapa la cara con las manos-

Yo ni si quiera hacia emitido un sonido en toda la tarde, solo me dedicaba a leer y estar con el móvil.

Sergio: ¿por qué no intentamos hablar  con ella? -me pregunta-

Chandler: es inútil -murmuro-

Carlos: me estoy empezando a cabrear -me mira- tú no deberías rendirte tan fácilmente -mira a Ana- y tú deja de llorar

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Carlos: me estoy empezando a cabrear -me mira- tú no deberías rendirte tan fácilmente -mira a Ana- y tú deja de llorar

Fer: tranquilizate -le dice a Carlos-

Chandler: dejame en paz, tío -suspiro-

Carlos se levantó de la mesa y se dirigió hacia la salida de los merenderos.

Ana: ¿donde va? -extrañada-

Peter: ¿qué crees? -le dice a Ana- ha ido a por Gemma

Ana me miró y después se sentó a mi lado.

Ana: ¿no lo vas a detener? -me pregunta-

Me daba todo igual, me froté los ojos de lo mareado que estaba debido al alcohol.

Chandler: me da igual -indiferente-

Ana me miraba extraño.

Ana: ¿podemos hablar en privado? -seria-

Nos alejamos un poco de los demás y la miré atentamente para escuchar lo que me tenía que decir.

Ana: ¿me puedes decir que coño te pasa? -enfadada- tú no eres así, y menos cuando se trata de Gemma

Chandler: -suspiro- llevo días sin saber de ella -cabizbajo- estoy destrozado -miro a Ana- me dolió todo lo que me dijo por teléfono

Ana: sabes como está -insiste- por favor, no te rindas

Chandler: no quiero saber nada más... -me doy media vuelta- por favor, no insistas

Y me fui con los demás, Ana en parte me comprendía, pero sabía perfectamente que en ese momento no era yo.

Mi mayor droga eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora