Mi mayor droga eres tú.

102.

NARRA CHANDLER:

Era ya casi la hora de irnos. Gemma no me había dirigido la palabra desde que hemos hablado los dos solos.

Fer: ¿nos vamos ya? -nos pregunta a todos-

Sergio: si -suspira-

Peter: este hombre mañana trabaja -dice refiriéndose a Sergio, mientras apaga la Nintendo ds-

Recogieron todos y salieron de los merenderos, Gemma estaba aún recogiendo y la esperé.

Se levanto y vi como se colocaba la mano en la cabeza con una expresión de dolor.

Chandler: Gemma -me acerco a ella- ¿estás bien? -preocupado-

Gemma: solo son pinchazos que me da a veces -me explica- ya se me ha pasado

Gemma caminó hasta la salida de los merenderos, hacia donde estaban los demás.

Ella y yo nos quedamos atrás, todos los demás estaban un poco más adelante.

Chandler: te voy a acompañar a casa -digo mirando al frente-

Gemma: no hace falta -fría-

Chandler: no te estoy preguntando -borde-

Gemma giró la cara sin responderme.

Primero nos despedimos de Sergio, que era el que más cerca vivía de ahí, después de Carlos y Ana, y finalmente Fer y Peter, que se iban por otro camino distinto al nuestro.

Gemma no me decía absolutamente nada. La verdad es que podía entenderla, no debería haberle dicho eso.

Intenté llamar su atención, toqué su mano y lentamente la agarré, menos mal que no se apartó.

Chandler: Gemma... -suspiro- no me trates así, por favor -suplico-

No me quedaba más remedio. No quería irme a casa estando así con ella.

Gemma: a mí tampoco me gusta estar así -cabizbaja-

Aún era temprano, así que decidimos sentarnos en un banco de un parque que había al lado de su casa y echarnos un cigarro.

Chandler: ¿te apetece estar aquí? -preocupado-

Gemma: no quiero estar en casa sola -me mira-

Ojalá me pudiese quedar con ella. No me era suficiente pasar una sola noche con ella.

Chandler: perdóname por lo que te he dicho -la miro a los ojos-

Gemma apartó su mirada de mi, ni su quiera sabía que decirme.

Chandler: lo último que quiero es hacerte daño -la acaricio la cara-

Simplemente me abrazó, sé que no quería hablar del tema, solo quería hacer como si no hubiese pasado nada y seguir como estamos.

Gemma: estamos bien -me abraza más fuerte- no te preocupes -dice en mis brazos-

Por mi parte necesitaba decirle algo más. Sentía esa necesidad de que ella supiera aunque sea la mitad de lo que siento.

Estuvimos un rato en el banco y nos dimos cuenta de que era hora de irnos a casa. La acompañé a su puerta y nos despedimos.

Gemma: hasta mañana -sonríe-

Chandler: -sonrío mirándole a los ojos- descansa

Gemma se sonrojo, podía conmigo cuando me miraba de esa manera. La besé en los labios antes de irme.