Ella usó mi cabeza como un revólver
E incendió mi consciencia con sus demoniosSoda Stereo
Aquella tarde descubrió que lo más lamentable de llorar dentro del baño reteniendo algún sonido lastimero era no contar con alguien a quien contarle su desdicha, era cierto que a lo largo de su vida jamás pensó que estaría encerrado en el baño llorando por haberse enamorado de una chica que apenas lo percibía como un ser humano con emociones. Sin embargo, deseaba que algún amigo golpeará la puerta y le dijera que todo estaría bien, la realidad era que no tenía a nadie. La única persona que consideraba su amiga estaba lejos de él.
Por ese motivo no apareció durante la clase del profesor Macao, suponiendo que no lo notaría, salió del baño cuando se percató que todos los alumnos estaban en sus respectivas clases. Se acercó al lavado y mojó su rostro empapado de lágrimas, tomó papel higiénico y se encargó de secarse. Sus ojos se hallaban rojos y levemente hinchados.
—Soy un estúpido —con la palma de su mano acarició su mejilla ligeramente irritada por las lágrimas saladas. Se limitó a observar su reflejo fugazmente antes de abandonar el baño.
Apresuró sus pasos escuchando las voces de los profesores dictando las clases, contuvo la respiración pensando que en cualquier momento se encontraría con alguna autoridad del instituto, para su poca suerte llegó hasta el gimnasio vacío, se acomodó sobre una de las colchonetas y suspiró angustiado.
Sus manos estaban realmente heladas al momento de juntarlas, unas gotas saladas volvieron a inundar sus ojos, era inevitable controlarse en aquel momento. La silueta de Lucy continuaba apareciendo constantemente en cada uno de sus pensamientos, acompañados del calor que naturalmente ella emanaba, esbozando una sonrisa amarga pensó que tal vez sus manos heladas se aliviarían si tenía la posibilidad de tocarla por lo menos unos segundos.
—¡No! —exclamó moviendo su cabeza ya colapsada de tantas suposiciones. No podía calcular el tiempo que había transcurrido, por el movimiento de los últimos rayos de sol sospechó que ya muchos se estaban marchando del instituto. El abrupto sonido de la puerta interrumpió su lamento.
Visualizó una figura acercándose hacia él, hubiera querido reconocerlo con certeza pero la oscuridad estaba casi inundando el gimnasio, su mochila cayó frente a él junto con una voz irritada, inmediatamente limpió las lágrimas que nublaban su vista.
—¿Gray? —murmuró, consternado.
El muchacho cruzó sus brazos y le lanzó una mirada exasperada, sin decir nada por unos segundos esperó a que Natsu se pusiera de pie, no obstante, el chico seguía sentado con la mirada perdida en Gray.
—¿Enserio? ¿Te vas a quedar mirándome de esa forma? —Interrogó con sorpresa, pateó la mochila de Natsu para lograr que por fin reaccionará—. ¡Ey! ¡Levántate!
Natsu sacudió su cabeza e intentó ocultar su rostro con sus brazos.
—Tenías razón y no quiero ver tu cara de alegría por eso.
—¿Crees que me tomaría la molestia de esperar a que todos en el salón se marcharán para tomar tu mochila y buscarte solo para reírme? —Increpó a la vez que dejaba escapar un pequeño suspiro, al no recibir alguna respuesta se puso de cuclillas y entrecerró sus ojos con cierto aburrimiento—. Ya fue suficiente ¡levantante! —con un movimiento rápido Gray levantó la mochila de Natsu en el acto no olvidó jalar al pelirrosa del brazo provocando que por fin se mantuviera de pie.
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Cada vez que diga "Te amo"
FanfictionNatsu Dragneel cursa su útimo año de secundaria. Todo el camino académico recorrido culminará en su más grande deseo, ingresar a la universidad de Fairy Tail. Lucy Heartifilia siempre estuvo en su salón como un ser misterioso, sin embargo, el brill...