CAPITULO 11

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Magnolia era pequeña.

Ridículamente pequeña, probablemente Ultear si conociera las circunstancias se hallaría carcajeando de gozo.

Pero no estaba allí. Con el corazón latiendo con intensidad cerró sus ojos unos instantes para ignorar el temblor de sus manos sujetando su pequeña libreta, tomó aíre y luchó por mantener la compostura.

—Sea bienvenida —módulo Natsu, para su fortuna sus primeras palabras sonaron serenas y creía que su rostro transmitía esa misma sensación. Escuchó el movimiento de Gray, quien impresionado por la actual coyuntura reaccionó escapando de su estado inerte.

Lucy intentó evitar desenmascarar su asombroso, jamás creería que Dragneel trabajaría en la cafetería de su primo, debía ser una despiadada broma, agitó su cabeza dando un silencioso agradecimiento por el recibimiento y vagamente buscó a Jellal con la mirada.

Fernandez permaneció ensimismado por la sorpresa tan grata de verla allí que pasó por alto la reacción incómoda de los tres estudiantes, se apresuró hacía ella y la abrazo con afán.

—Niña ¿te das cuenta del tiempo que paso? —Vacilante la muchacha correspondió sinceramente el abrazo, sus finos dedos presionaban la espalda del peliazul—, debes estar agotada, toma asiento —en cuanto se deslizó del contacto se percató que sus dos meseros observaban fijamente la escena.

Tuvo la intención explicar la condición de los eventos ocurridos, pero la campana volvió a sonar, está vez con un grupo de alumnos, en pocos segundos la hora punta del negocio comenzaría.

Natsu y Gray simplemente intentaron esquivar algún tipo de contacto con Lucy pasando de ella para encaminar a los alumnos hacía las mesas y tomar órdenes.

—¡Son nuevos! ¡Mira, Yui!

—Es ciento. Hace una semana vinimos y no estaban ustedes ¡es un placer!

Complacido agradecieron internamente haber recibido las advertencias por parte de Jellal y Erza, no fue una sorpresa que aquel grupo de chicas fueran tan efusivas con la noticia de los nuevos meseros. Gray se encargó de aquel grupo mientras Natsu trabajaba con un par de muchachas que ingresaron segundos después.

—Jellal yo... —el movimiento constante de los presentes la cohibió a tal punto que emitía ojeadas cautelosas a su alrededor—, quería saber si estabas enterado sobre lo de Jackal.

—Vino hace unos minutos atrás —su voz paso inadvertida para cualquier curioso ocasional.

—Se atrevió —mordió su labio inferior con el ceño fruncido, no esperaba que llegará a la cafetería tan rápido. El peliazul le sonrió con amabilidad y negó con su cabeza para ayudarla a tomar asiento.

—Luego hablamos sobre ese tema —interrumpió—. Natsu, por favor toma la orden de Lucy —solicitó el jefe, antes de dirigirse a la barra la miró—, disculpa si me ausento unos minutos, Erza debe necesitar ayuda, ah, Natsu se encargará de tu pedido.

Podía haberle pedido a Gray aquel favor, claro que si, después de todo Fullbuster se encontraba a una mesa de ambos, atento a una próxima necesidad por parte de los clientes, no obstante, la vida lo detestaba a tal punto que lo estaba poniendo a tambalear frente a una tortuosa prueba.

Evitó avizorar hacía la nada con sus pensamientos enredados entre sí, era la compostura ante todo. Estaba seguro que podría transmitir sus deseos por dejarla atrás definitivamente. Por más que el delicado perfil de Lucy a su juicio fuera precioso se asentó frente a la mesa desencadenando el propio sonido de su bolígrafo de punta retráctil.

Cada vez que diga "Te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora