CAPITULO 15

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Necesitaba cavilar y pretender que no le rabiaba que su desgastado orgullo continuara dirigiéndose a un profundo abismo oscuro colmado de inmutables repudios con ardientes agravios pasados, probablemente los ultrajes cometidos hace poco en un futuro le cobraría factura amargamente.

Paso sus dedos sobre la bandita que Erza le proporcionó, se meció en la hamaca suavemente utilizando sus pies para frenar y volver a iniciar, por un instante se disipó entre el oscuro cielo de Magnolia, sus pasatiempos consistían en prestar atención a los demás, a poca distancia de ese parque se ubicaban edificios donde resaltaban las sombras de sus habitantes, cotidianamente les creaba historias, la sombra de la mujer que sacudía una toalla o algo parecido era de una divorciada o la de un hombre y mujer como recién casados. Lo cierto es que el día resultó realmente extenso.

—Allí estabas.

La rubia se sobresaltó al ser interrumpida por una voz, Loke se mostró amedrentado, prontamente se acercó a ella, para su sorpresa el muchacho ya sostenía su rostro entre sus suaves manos, en menos de un par de segundos todo rastro de preocupación se transformó en frustración.

—Loke...

—Fue Karen. No te gastes en negarlo, ella misma me llamó para avisarme con orgullo lo que había cometido. Perdón Lucy, no comprende que no la quiero.

—No te preocupes —manifestó ella inmediatamente, francamente estaba conmovida por la preocupación que le expresaba Loke.

—¿No preocuparme? ¡Por un demonio! Karen cruzó los límites. Te dejó en vergüenza frente a todos. Lo lamento, todos creen que tú y yo...

Lucy negó con una pequeña sonrisa, entendía la inquietud de Loke.

—Sabes que no me importa que digan de mí, estoy acostumbrada.

—Sé que tuvimos algo, pero...no llegó a nada, para mi desgracia y aunque sepa la verdad me molesta que me prohíbas aclarar las cosas. Mañana podría intentar esparcir la verdad de todo —sin previó avisó tomó las manos de Lucy entre las suyos y buscó su mirada—, por favor, Lucy. Te quiero mucho y no deseo que sufras por esos comentarios.

Ella escapó de aquel contacto visual, en un principio cuando tuvo a Loke a sus pies intentó hacer lo mismo con él, mientras lo besaba sobre el sillón de su apartamento presintió que iría con Loke hasta las últimas consecuencias, factiblemente jugaría con él unos días y lo abandonaría, no obstante, ella se detuvo. Deseaba fervientemente comprender la fuerte punzada que arremetió contra ella para dejarla atrapada en la inconciencia.

Sin pronosticarlo al despertar Loke estaba a su lado preocupado por su descompensación, luego de un fin de semana de cuidados el muchacho abandonó sus deseos de poseer a Lucy, manifestó que tal vez podría ser su amigo luego de ser testigo de la triste mirada de Lucy.

Lamentablemente Karen comprendió mal el inicio de esa amistad cegada por el despecho del abandono de Loke hace apenas dos semanas se movilizó guiada por los descontrolados celos.

—No Loke —negó, se zafó de sus manos y se levantó mostrando una mirada dura—, ¿no te parece que te estas entrometiendo bastante en mis decisiones?

—Es lo lógico, luego de ver como todo el mundo te trata —disgustado él imitó la acción de la rubia para quedar frente a ella—, no es sano para ti, no lo es para nadie, Lucy te lo pido déjame limpiar tu imagen, todo saldrá bien.

—¡Es suficiente, Loke! ¡Si no quiero que sea así, no lo será!

—¡Eres una demente si pretendes que lo deje así! —bramó exaltado, la tranquilidad que intentaba mantener hace semanas se estaba rompiendo—. ¡Estoy harto de sus palabras! ¡De que cada vez que te vean pasar...!

Cada vez que diga "Te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora