CAPITULO 19

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La voz de las personas apenas se filtraba entre aquel estrecho y oscuro pasillo, si intentaba huir era posible que Jackal lo interceptaría antes de tener una mínima posibilidad. A pesar de que aquellos pensamientos cobardes emergían como factibles posibilidades Natsu se conservó inmóvil frente a Jackal con una mirada rigurosa.

—¿Estas bromeando? —manifestó el pelirrosa disgustado, Jackal contrajo sus facciones iracundo por la negación que Natsu estaba difundiendo en ese momento.

—¿No escuchaste, idiota? Te vas a alejar de Lucy, ella me pertenece. Por tu bien.

Era cierto que hace unos segundos se encontraba azorado por la presencia de Jackal y la seguridad de Lucy, sin embargo, las exigencias de aquel muchacho en lugar de amedrentarlo alimentaron su espíritu de lucha, al sentirse protegido por su determinación le restituyó la mirada a Jackal, no se doblegaría ante el viejo amor de Lucy.

—No lo hare. Es más, yo te exijo que te alejes de Lucy, de una vez por todas déjala en paz con su vida —el pelirrosa se enderezó y se apartó de Jackal para hacerle frente—, ya fue suficiente Jackal, supérala. No tienes el derecho a querer joderle la vida.

Jackal entrecerró sus ojos y la fiereza se acopió en su pecho, de camino al instituto estaba seguro que ese sujeto cedería y saldría corriendo dejando a Lucy a su disposición, pero no, estaba ahora frente a él retándolo como si tuviera la suficiente fuerza para enfrentarlo, ese golpe directo a su pedantería lo impulsó a tomarlo con salvajismo del cuello de su camisa e intentar intimidarlo.

—Te lo advierto, si no te alejas de Lucy, haré lo posible para...

—¿Para tenerla? Ella no es tu objeto, su promesa no tiene validez, probablemente la manipulaste para que haga eso —especuló aún firme.

—¿Eso crees, idiota? Lucy disfrutaba de mí, no tienes idea de cómo gemía cuando...

—Vete al diablo —interrumpió Natsu con amargura, de un movimiento se logró zafar del agarre de Jackal y se distanció con las luces de la festividad iluminando su rostro—, entiéndelo, ella no te pertenece. Así que te recomiendo que sigas en lo tuyo.

—Fue una advertencia.

—Lo sé, pero créeme que si algo me llega a ocurrir todos te apuntarán. No te conviene ir contra mí, Jackal.

Creyó que no existía palabra alguna que dar, la seguridad gobernó sus pasos y dejó plantado a Jackal sumergido en la oscuridad de la noche. Su corazón continuaba golpeando su pecho y el sabor amargo de sus palabras repentinamente quemaron sus labios.

Al regresar con la bolsa de hamburguesas calientes distinguió que una parte de él suspiró con alivio por lograr salir airoso de la pequeña batalla con Jackal, lo escrutó en su zona y logró hacerle frente, pero sobretodo protegió la sonrisa de Lucy, aquella divina sonrisa que lo recibió en el umbral de la puerta del salón acompañada de las armoniosas carcajeos de sus amigos.




—Estás desesperado si vienes a mí por ayuda.

Un resoplido escapó de sus labios y sus cachetes se hincharon en respuesta.

—Ya me di cuenta que estás mirando Thor "Un mundo oscuro"

— ¡Como lo supuse de ti, eres un digno hermano del Dios del engaño!

— ¡Zeref, por favor! ¡No te creas Loki!

Un par de risotadas se auscultaron de fondo en la línea de Zeref.

—Perdón, perdón. Mavis, cariño por favor pausa la película.

Cada vez que diga "Te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora