PROLOGO

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"Aunque estemos cerca, te siento tan lejos"


Las hojas caían a medida que caminaba por la vereda de la calle, solté un leve suspiro a causa de mi cansancio.

Anoche me había quedado sin dormir haciendo la tarea de matemática, era totalmente irritante, siempre odie las matemáticas pero en este momento de mi vida resultan indispensables para lograr mi objetivo, que es ingresar a la universidad de mi instituto.

Mis días son monótonos, no ocurre nada de otro mundo y no quisiera que ocurra. Estoy seguro que sería desastroso.

—Hey Natsu —di media vuelta y sonreí al ver a Lisanna.

—Hey, buenos días Lis —le devolví el saludo, Lisanna infló sus mejillas y me miró con reproche, me resultaba divertido hacerla enojar en ocasiones.

—Dijiste que me llevarías a tomar helado.

—Lo siento me saltó algo a última hora—dije, ella sonrió y continuo caminando

—Bueno...espero ese helado.

Lisanna es prácticamente mi única amiga, le tengo mucha confianza además fuimos amigos desde primaria y pasamos por muchas dificultades juntos, a pesar de los años ella continua a mi lado y le estoy totalmente agradecido.

Ambos llegamos al instituto riendo con las anécdotas que normalmente compartíamos, todos los días solemos llegar temprano y hablar sin parar en el aula mientras esta se llena de a poco, todos suelen llegar tarde y en si es demasiado molesto.

A las ocho comenzaron las clases, el profesor Macao entró al aula pidiendo directamente las tareas para revisar, al levantarme para entregarle lo mío no pude evitar sentir como todos me observaban, tal parecía era el único que la había hecho.

Mientras el profesor Macao revisaba mis ejercicios comencé a observar el aula.

Siempre creí que la luz tiene el poder de atraer, y su brillante mirada lo hizo, solo fueron unos microsegundos para apreciar la mirada fija de la misma Lucy Heartfilia, me sentí incómodo y di gracias al cielo cuando el profesor pidió que me sentará.

La clase hubiera terminado genial, hubiera.

—Bien mocosos para mañana realizarán treinta ejercicios de funciones lineales de a dos —Lisanna me sonrió dándome a entender que haríamos juntos el trabajo y no me parecía mala idea—. Yo elegiré la pareja —el profesor tomo su lista y marco dos veces en ella—. Natsu Dragneel trabajará con Lucy Heartfilia —luego de ello no me enteré de la pareja de los demás ya que en mi mente se repetía una y otra vez su nombre.

Mi mente había comenzado a divagar entre posibles escenarios, sabía que cuando me sumergía en ellos no había poder humano que me sacará.

—¡Oye! —un golpe sobre mi mesa provocado por cierta chica me había pegado un susto, frente a mi estaba ella con el ceño fruncido—. Iré a tu casa en cuanto terminen las clases— dictaminó seria—. ¿De acuerdo?

—D-e de acuerdo.

Lucy abandonó el aula dando prácticamente zancadas, lo único que pedí fue haber faltado en ese momento.

Durante el resto del día Lisanna no paraba de preguntarme como me sentía respecto al trabajo que haría con Lucy, intenté verme sereno pero me fue imposible.

El día había pasado tan rápido que cuando me di cuenta estaba en mi habitación con la misma Lucy resolviendo ejercicios matemáticos, vaya jamás me imagine que el destino estuviera lleno de sorpresas.

Para cerca de las siete de la noche terminamos. Me había levantado mientras me estiraba y Lucy terminaba los puntos finales de sus ejercicios, suspire mientras la observaba, era una lástima, no habíamos hablado mucho, casi nada, había perdido mi oportunidad de entablar una conversación con ella quien me resultaba interesante.

—¡Perfecto terminé! —gritó emocionada.

—Genial.

Lucy me observó un largo momento, su mirada detonaba emociones que no podía descifrar.

—Hiciste que entendiera los ejercicios —me dijo a medida que se levantaba de su lugar, el aroma que libero arremetió contra mi estabilidad.

—C-la-claro que no —desmentí, y la cercanía de Lucy se intensificó

—No hubiera podido entender —me susurró, di un pequeño salto cuando sentí sus manos rodeando mis brazos —. Déjame darte las gracias... —me susurró, mi cuerpo se estremeció al verme sobre mi cama y a Lucy Heartfilia sobre mí sonriendo—. Te daré las gracias.

Lucy de a poco se acercó a mis labios.

Y supe que pasaría lo inevitable, lo que tenía que ocurrir. 

Cada vez que diga "Te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora