PIROPOS. ─JIHAN!

»🍭«

Al abrir los ojos se dio cuenta de dos cosas: No estaba en su habitación, y lo que tenía puesto en definitiva no era suyo. Con la cabeza doliéndole a mil se sentó en la cama sintiendo un dolor en su parte baja, llevaba puesta sólo una camisa blanca y sus bóxers.

La puerta de la habitación se abrió, dejando ver a Jeonghan con una bandeja donde traía desayuno. El cabello rubio estaba húmedo lo cual indicaba que apenas había terminado de ducharse.

—Buenos días, Joshua.

Sonrió e iba a saludar de igual manera hasta que fijó en los detalles.

Él sólo con una camisa que –probablemente– era de Jeonghan, en el cuarto de este, con dolor en su parte baja.

¡¿Acaso...?! No, si hubiera pasado lo recordaría. Bueno, estaba demasiado borracho como para hacerlo.

—No, no hicimos nada— Dijo de la nada el mayor, al parecer notando la incomodidad del castaño —Te dormiste en mis brazos, te traje hasta aquí, luego empezaste a sacarte la ropa y decir incoherencias; por un momento también me dejé llevar e inclusive estuvimos a punto de hacerlo pero te quedaste dormido otra vez, preferí dejarte así.

—Gracias —Se removió incómodamente en la cama —Por cuidarme y eso. Ah, ¿qué significa el dolor entonces, uh?

—Ah, eso. Te caíste de las escaleras cuando intentabas subir por ti mismo, eres muy escurridizo.

Joshua juró en ese momento no volver a tomar nunca más.

Pero, todos sabemos que no lo va a cumplir.