Toxic [Bakutodo]

2

Un llanto demasiado bajo resonaba por toda la habitación.
Un llanto el cual se silenció al escuchar el ruido de la puerta siendo abierta.

─ ¿Aún sigues en ese estúpido rincón? ─ Preguntó de mala gana la persona a sus espaldas.

Ya había pasado una semana después de lo ocurrido en la academia y Todoroki no había querido salir de ese rincón.
Solo se levantaba para hacer lo esencial y al terminar regresaba a su posición "fetal" en la cama.

Al no recibir respuesta Katsuki solo suspiró molesto.

─ Escucha, iré a la casa de la vieja bruja. Volveré pronto... Tú solo intenta descansar. ─ El rubio se aproximó a la puerta y tomó el pomo de esta entre una de sus manos.

Dio un último vistazo a la pálida espalda llena de hematomas. Temblaba ligeramente.
El corazón de Bakugo comenzaba a llenarse de culpa.

─ ¿Quieres que te traiga algo? ─ Su voz salió un poco temblorosa debido al remordimiento que le causaba ver así a la persona que le entregaba todo su amor y a quien, en cambio, él solo se dedicaba a maltratar.

─ Helado... ─ Respondió casi en un susurro silencioso, pero fue suficiente para que Katsuki le escuchara.

─ Bien. ─ La corta respuesta causó que sonriera levemente.

Salió de la habitación y fue directo a tomar su chamarra.
Afuera hacía un poco de frío y "era mejor ser precavido que enfermarse".

En realidad le daba igual si se enfermaba o no.

Pero llegaron los recuerdos de su primera cita con Shoto.
El clima en ese tiempo era muy frío y él salió sin algo que le protegiera del fresco, lo cual ocasionó que se ganara una reprimenda del bicolor cuando le vio tan descubierto ante el aire helado.

Ese día Shoto compartió su bufanda con él.

Su corazón sintió contraerse por la culpa.
Recordar a su pequeño novio temblando de miedo... miedo que él mismo le provocaba.

Sacudió sus hombros intentando sacar los sentimientos negativos y salió de casa para ir a el hogar de sus padres y su hogar cuando era niño.

──

Mientras, en la habitación se volvía a escuchar aquel llanto que provocaría lástima a cualquiera que lo escuchase.

Podría ser comparado con el llanto de un niño pequeño, igual de ruidoso.

Pero, ¿quién podría culparlo? Estaba solo en casa y era la única manera en que sentía que podía desahogarse.

Además su "método" para desahogarse era mejor que el de Katsuki, quien destruía todo a su paso y se desquitaba con los demás para descargar su frustración.

Se incorporó con dificultad hasta lograr sentarse en la cama, calmando su llanto.

Sus brazos y piernas dolían, cualquier toque ocasionaba más dolor por lo que decidió quedarse sentado mirando a la ventana.

A veces se cuestionaba a si mismo de que servía seguir con esto.
Y no solo se refería a su relación con Katsuki.

Más bien, ¿por qué seguir intentando ser un héroe si no podía salvarse ni a él mismo?
Siempre pensaba que si llegara a ser un héroe solo le reconocerían por ser hijo del mejor segundo héroe Endeavour.

Ni siquiera sabía porque seguía soportando todo eso.

A veces deseaba haber nacido sin habilidad y poder llevar la vida de una persona completamente normal, eso conllevaría a nunca haberse topado con Bakugo en su camino para ser un héroe.