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El color gris se apreciaba en el cielo, haciendo que el día se sintiera demasiado deprimente mientras los alumnos caminaban para poder entrar a las instalaciones de UA.

El hijo favorito de Endeavour entraba con paso tranquilo a la Universidad.
Intentaba no coincidir con nadie en el camino, no quería que su tranquilidad se viera arruinada.

Pero su intento no salió bien.

─ ¡Todoroki! ─ Le llamó Izuku mientras se aproximaba a él.

Shoto solo atinó a encogerse de hombros, queriendo cubrir más parte de su cara con la bufanda que llevaba puesta.

─ M-midoriya. ─ Murmuró muy bajo y tropezando en sus palabras.
Realmente tenía miedo de que él le viera cerca de Izuku después de que le advirtió no acercarse a sus compañeros si no hacía falta.

─ ¿Qué tal, Todoroki? Los demás y yo necesitamos hablar contigo, acompañame. ─ El chico de cabello verde le sonrió y tomó su muñeca para jalarle al patio donde esperaban sus amigos.
Los dos integrantes del grupito de Izuku habían llegado muy temprano y tenían tiempo para hablar.

Mientras Izuku iba de lo más tranquilo, a él lo estaban comiendo por dentro los nervios.

Se hacía demasiadas preguntas en su mente...

¿Qué haría si viera ese contacto entre Midoriya y él?
¿Le explotaría la cara a Midoriya?
¿Se desquitaría como siempre con él?
¿Desde cuándo había comenzado a tener miedo de alguien que no fuera su padre?
¿Desde cuándo había cambiado tanto?
¡¿Desde cuándo su hermosa relación se había vuelto un completo infierno?!

¡¿Y por qué lo seguía aguantando?!

─ ¡Todoroki! ─ Un grito y unas suaves manos posadas en sus mejillas le sacaron de sus pensamientos y le devolvieron a la realidad.

Miró a Uraraka, quien era la que estaba sosteniendo sus mejillas y le miraba de una manera muy preocupada.
Luego su mirada se posó en Midoriya, quien estaba un poco mas atrás de la castaña y quien parecía que en cualquier momento se echaría al suelo a llorar.
Y finalmente posó su mirada en Iida, quien intentaba permanecer serio pero de igual forma estaba muy preocupado.

─ Yo... ─ Un susurro salió de sus labios.
Quería disculparse y dar explicaciones, pero ni siquiera sabía que explicar.

La castaña retrocedió soltando su rostro.

Y de la nada sintió sus mejillas calientes y mojadas.
Llevó una mano a una de estas y no tardó más en darse cuenta de que estaba llorando.

─ Todoroki. ─ La voz de Izuku había salido muy temblorosa por las ganas contenidas de llorar, pero aún así continuó hablando. ─ Todo esto... ¿Lo provoca él?

Después de haber sido formulada esa pregunta, solo atinó a quedarse callado mientras sentía que el ambiente se volvía muy pesado.

El guardar silencio sólo hizo que el peliverde entrará en desesperación.

─ ¡Solo responde, por favor! ¿Todo esto lo ocasiona Kacchan? ─ Se acercó a él y dirigió su mano a la bufanda que tenía el heterocromático sin que este pudiera exigir que le soltara. ─ Shoto, ¡¿Cuánto más piensas aguantar!? ─ Molesto, tiró de la bufanda para quitarla y dejar al descubierto unas marcas de dedos en el cuello de Todoroki y moretón en una mejilla.

─ Yo... ─ El chico bicolor nada más pudo bajar la mirada con pena mientras mordía su labio inferior debido a la impotencia.

Estaba tirando su camino de futuro héroe a la basura por una persona que se pasaba todo el tiempo maltratandolo física y psicológicamente, además de prohibirle casi su libertad y amenazarle.

Toxic [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora