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El vidrio despedazándose resonó por toda la habitación.

Estaba molesto.
No, no, estaba furioso.

Le habían mentido.
Le habían visto la cara de idiota.
Aunque para Tomura probablemente era un idiota.
Y lo admitía, él realmente lo fue.
¿Cómo pudo confiar en ellos?

── Todoroki, cálmate. ── Y ahí iba un pésimo intento de Dabi por tranquilizarlo.

── ¡Oh, gracias por decirlo! ¡No sabes cuanto me has ayudado! ¡Mira, ya estoy calmado! ── El de cabello bicolor rió con sarcasmo antes de tomar otro vaso de vidrio y aventárselo al azabache, quien lo esquivó apenas.

── Señora, si su hijo no se calma y sigue destruyendo mi bar, le voy a romper los braz-

Al ser fulminado por los ojos azules de Dabi, Tomura prefirió guardar silencio.

── Shōto, cariño. ¿Podrías calmarte un poco? Sé que te lamentas por la vida de esas personas, pero aún hay cosas serias de las que tenemos que hablar. ── La mujer peliblanca hablaba con voz suave mientras se acercaba de manera lenta a su hijo, quien estaba de espaldas.

── ¿Cosas serias? ¡¿Estás insinuando que no es algo serio que tantas personas hayan fallecido por MI culpa?! ── El de cabellos bicolores se dio la vuelta para mirarla con coraje.

Todoroki no quería ser malinterpretado, para nada.
Que en ese momento le estuviera hablando con brusquedad a su madre no significaba que la odiara, al contrario, la amaba tanto como para aceptar la ayuda de aquellos traidores e ir contra las reglas.
Pero en ese momento no podía pensar en algo más que no fueran las personas rogando por ayuda, que dejaron este mundo por su culpa.

── No, eso no es lo que quería decir.

── Mamá, todas esas personas murieron por mi culpa. Yo inicié el fuego. ¡Yo los maté! ── La desesperación que transmitían los ojos heterocromáticos comenzaba a ahogar a Rei.
Ella no quería ver a su hijo sufrir, le dolía cuando él estaba tan temeroso y angustiado.
Le recordaba al pasado.

Y Todoroki era consciente de lo que provocaba en su madre, después de todo, el trauma pesaba más en su vida.
Pero no podía controlarse. No ahora.
Necesitaba desahogarse.

── Entiendo, pero tú no has sido el culpable. Deja de pensar en eso. ── La mayor se acercó nuevamente a su hijo, solo para ser alejada con un leve empujón.

── ¡Tú no entiendes la mierda por la que estoy pasando! ¡Deja de fingir que sabes todo! ¡No es lo mismo que sucedió con el viejo! ── Continuaría gritando en un intento de desahogarse, pero un puño directo en su mejilla le hizo callar, además de derribarlo.

Dabi le veía molesto.

Lo tomó del cuello de la camisa y le levantó otra vez, acercándolo a su rostro.

── Cierra la jodida boca, y ve a tu habitación. ── Gruñó antes de soltarlo.

Todoroki cayó por segunda vez.

Sin decir nada, se levantó y fue a su habitación asignada, tal como le había sido ordenado por Dabi.

Después de que Todoroki se fue, todo seguía en silencio.
Las miradas posadas sobre el azabache comenzaban a hartarle, y no tardó mucho para que explotara.
No estaba de buen humor.

── ¡¿Qué están viendo?! ¡¿Acaso les gusto?! ¡Fuera de aquí! ¡Vayan a hacer algo con sus miserables vidas! ── Miró a todos de mala manera, a excepción de Rei.
No, a su madre jamás la trataría mal.

Toxic [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora