Little him | katsudeku

Bakugou Katsuki (2)

YO AMO con mi ser a la mamá de Deku con All Might BYYYEEE
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— Joven Bakugou – All Might entro a la sala. Katsuki vio directo a los ojos del pasado héroe número uno, el símbolo de paz del pasado. — ¿Como está Midoriya?

— Está bien, es solo fiebre – llevando una mano a su cabello lo revoloteo algo molesto — Nunca sabe cuándo detenerse.

— Bakugou – Inko Midoriya corrió a abrazar a su nuero — me alegro que hayas estado allí. – se limpió sus lágrimas y sonrió al ver a su hijo ya estabilizado.

— Solo está dormido, no necesita medicación, solo cuidado. – sentándose en la silla a un lado de la cama miró a ambos, casualmente había pocos minutos de diferencia de llegada.

— Debí ser más directo con él, no le enseñe cuando detenerse – Yagi se lamentó consigo mismo.

— No es tu culpa, Izuku siempre deseo ser igual que tú – Inko lo animo. — Despertando de verdad le daremos un sermón, Toshi. No pasa nada.

— Gracias.

Katsuki miró la escena un poco extraño. Sentía algo extraño al mirar a ambos actuar como padres protectores. No estaba seguro si Izuku sabía sobre la relación que All Might y su madre habían formado desde que Midoriya se graduó de la universidad, pero a vista de Bakugou ellos tenían más que una relación de amistad.

— Joven Bakugou – All Might toco su hombro casi forzándolo a mirarlo — Si quieres ir a casa, nosotros cuidaremos de Midoriya.

Bakugou no lo pensó por ni por un segundo: — No, – respondió — es mi deber quedarme a su lado. Ustedes vayan a... hacer lo que tengan que hacer, me quedare con él.

All Might e Inko se miraron mutuamente. Claro estaba que no se irían en ese preciso momento, invitaron a Bakugou una cena y comieron junto con él en la habitación, por una parte, ambos no querían dejarlo solo, querían estar para cuando Midoriya despertara pero ambos sabían que su presencia arruinaría el ambiente para Bakugou para poder llamarle la atención a su prometido. En la mente de Inko nunca se le había pasado por la cabeza que ellos dos terminarían enamorándose, pero conforme pasaban los años su hijo seguía creciendo en cuerpo y mente y eso le ganaba atractivo para los ojos de Katsuki; en cambio para Toshinori, él veía más allá de la rivalidad para ambos. Recordaba sus tiempos en la academia, como uno corría por el otro cuando estaban en problemas, y eso era lo que los había unido más.

Y es que para todos, ellos siempre parecieron mas allá que rivales.

— Fue un gusto saludarte, Katsuki – Inko tomó su saco entre sus brazos, no es que no estuviera preocupada por su hijo, si no que sabía que ahora alguien confiable cuidaba de él — ¿Podrían llamarme cuando despierte?

— Si, le dire que la llame – Katsuki metió sus manos en sus bolsillo, mirando la cara de Inko se dio cuenta que en realidad no quería dejar la habitación.

— Gracias, Joven Bakugou – All Might tomo de los hombros a la señora Midoriya llevándola casi a la fuerza hacia la puerta — Es hora de retirarnos, nos vemos después.

— Toshi... – murmuró Inko.

— Lo se, lo se – cerró la puerta tras salir.

Bakugou lanzó un suspiro cansado. Sentándose en la silla a un lado de la camilla solo podía pensar en una sola cosa — Eres un imbecil – tomo aire — mucho más que eso, no importa que seas el número uno, ¿cuando aprenderás que aunque eres fuerte debes cuidar tu salud? ¿Comías al menos? – a ninguna de sus preguntas llegaba una respuesta, se sentía un idiota por hablarle a una persona dormida, pero aún sentía su sangre arder tras la idiotez de su prometido. — Cuando despiertes te golpeare tan duro que querrás no haber despertado. – pensó bien lo que había dicho, claro estaba que incluso él no pensaba hacer otra cosa que solo gritarle, pero estaba enojado.