Little him | katsudeku

Midoriya Izuku (2)

Sabia perfectamente que esos ojos rubíes me estaban aún más que juzgando. La interrogativa de su rostro era casi perfecta, un rostro que nunca había visto en Kacchan cuando éramos niños, porque, claramente, él era un niño con mucha seguridad a diferencia de mí.

Casi cayendo al suelo - y si no hubiera sido por mis manos, mi rostro hubiera necesitado cirugía - Kacchan me miro aún más molesto. Casi rió de su expresión, que sin mentir, era adorable. A diferencia a la actual, claro está.

̶ Si no me dices quién eres, gritare - amenazo.

Era algo complicado de explicar, pero no imposible. Pero claro que, hasta cierto punto, sentía que Kacchan era quien complicaría todo. Cerrando los ojos, y llevando mis manos a mi rostro para pensar bien en las posibilidades que tenía, me decidí.

Sonriendo, e hincándome para estar a su misma altura, lo mire a los ojos. No podía negarlo, por dentro estaba gritando al ver una vez mas a Kacchan de seis años. Tuve que soportar el impulso de tomarlo entre mis brazos hasta la asfixia, pero sabia que si lo hacía, terminaría más lastimado yo.

̶  ¿Entonces? – cruzándose de brazos, Kacchan me miro mas molesto. Me sorprendía que incluso que estaba actuando pasivamente. Posiblemente era porque era un adulto.

̶  Te diré, no te desesperes – soltando un suspiro cansado, solo me quedaba esa opción. – Veras, en realidad yo soy...

Un ruido demasiado conocido para mi desgracia - en ese momento -, apareció. Levantándome del suelo, tome a Kacchan por la espalda y lo cargue como si fuera un saco de papas. Los reclamos de Kacchan se quedaron en el aire cuando ya nos encontrábamos en lo mas alto de un edificio.

Apenas había escuchado la voz de Mitsuki, había huido. Y no era porque tuviera miedo de la madre de Kacchan, si no que no quería involucrar a mas personas de las esperadas. Soltando un suspiro, acomode mi cabello y mira mi brazo.

Kacchan se había ido.

̶  ¡Por todo lo hermoso de esta vida! – grite en frustración   ̶  ¿Dónde te escondiste, Kacchan?

Mirando a todos lados, y dando media vuelta, allí estaba. Mirando al suelo, algo asustado y tembloroso, me miro mas que molesto. Sus ojos estaban cargados de lagrimas y sus labios apretados, soportando todo lo que había pasado. Sacando mi celular con emoción de ver ese rostro en él, le tome todas las fotos posibles desde todos los ángulos.

No todos los días podía apreciar a Kacchan con los ojos llorosos, ¡y menos teniendo seis años!

̶  Eres realmente adorable – se me escapo decir. Kacchan al decir aquellas palabras, se abrazo a si mismo, asustado de mí. Su futuro prometido y esposo.

Me di tres cachetadas mentales, y un silencio gobernó el lugar.

̶  Bien, Kacch...-

̶  ¡No me llames así! - grito molesto ̶  ¡Solo Deku puede llamarme así!

̶  Eso es muy adorable – se me escapo decir al escuchar sus palabras.

̶  ¡Aléjate de mí, pervertido! – eso hirió mis sentimientos. Mientras más se abrazaba a si mismo, mas sentimientos desconocidos encontraba. Me sentía mal por hacer que mi prometido de seis años me rechazara.

̶  Lo entiendo, te llamare por tu nombre, ¿bien, Bakugou?

Mirándome receloso, aún mantenía esa postura rígida.

̶  Aunque, de hecho, yo soy...

̶  ¿Qué está pasando aquí?

Como si de un sensor automático se tratara, voltee hacia atrás maravillado. Su imponente cuerpo, con su voluptuoso cabello y la sonrisa mas grande del mundo estaban parados tras de mí. Sentí que había regresado a tener seis años.