No eres lo que esperaba (Tomarry)

Capítulo 4.

"Y todo iba a cambiar entre ellos, porque tenían muchas cosas en común. Y una de ellas era el hecho de que habían sido traicionados por la misma persona, engañándolos con actitudes sobre protectoras y de abuelo preocupado. Tendrían un nuevo comienzo, y jamás pensaron que entre ellos tomarían un papel tan importante. Para el niño como el padre que nunca tuvo y para el adulto como el hijo que siempre quiso."

Harry bajó nuevamente del autobús noctambulo con su mochila escolar mas llena que nunca y además tuvo que agregarle un hechizo de peso ligero, si no habría terminado con su espalda adolorida todo el día. Aunque no podía decir lo mismo de sus pies.
Había salido a las diez de la mañana y había vuelto por fin a las cuatro de la tarde, por suerte había encontrado un delicioso lugar para almorzar en Londres muggle. Y aunque se encontraba con los pies y piernas muy adoloridas y cansadas, estaba más feliz que nunca. Caminó rápidamente por la casa y comenzó a dejar todos los alimentos en la isla de la cocina. Tomó su varita y levitó todas las cosas que comenzaron a guardarse en su lugar.

Subió las escaleras y se adentro en su pequeña habitación, dejo su mochila en el suelo, tomó nuevamente su varita y comenzó a moverla suavemente, girando a su alrededor murmurando aquel hechizo que había estado leyendo de transformaciones y encantamientos, se dio cuenta lo sencillo que era hacer esa clase de hechizos ahora que su núcleo mágico estaba a su cien por ciento; la habitación comenzó a expandirse, las paredes, muebles, el color de el lugar. Hasta que la habitación término siendo una hermosa suite con una cama matrimonial, muebles negros, un vestidor con las paredes de verde oscuro, hermosa, apunto su varita a la mochila y miles de bolsas comenzaron a salir, de las cuales salieron varias túnicas, zapatos, zapatillas, camisas, camisetas, jeans y demás cosas que tendría que haber tenido como una persona normal.

Camino lentamente admirando su trabajo y sonrió con satisfacción. Vio la pequeña puerta que había allí, la abrió y suspiro aliviado al ver aquel enorme yacusi donde tendría que pasar prácticamente todas las noches gracias a su condición.

Salió del cuarto de baño y miró la pequeña biblioteca que tenía ahora. Había comprado alrededor de setenta libros de los cuales eran de pociones, transformaciones, encantamientos, DCAO, oclumancia, criaturas mágicas, magia elemental y dones mágicos sobre el habla y control, esos tuvo que ocultarlos bien mientras que los compraba, y por ultimo de runas antiguas y magia sin varita.

Quería averiguar todo lo posible como entrar a su pareja destinada. Quería esforzarse al máximo para demostrarles a todos que era capaz de ser un excelente mago y alguien muy inteligente, sin llegar a ser sabelotodo e insoportable.

Dio un suspiro feliz y en paz.

Aprovecho que se encontraba en su habitación para comenzar a despojarse de sus prendas hasta que se encontraba completamente desnudo, se adentro en el baño abriendo las llaves del jacuzzi el cual rápidamente se llenó de forma inmediata, se fue adentrando lentamente en el agua hasta que se quedó casi completamente sumergido. Sintió aquel extraño cosquilleo en sus piernas y pies. Sonrió al ver aquella larga cola, era realmente hermosa.

Se sentía extrañamente familiar relajado en el agua, era como si formara parte de él. Recordó con alegría cuando había leído el pergamino en Gringotts sobre que poseía el poder para controlar el agua y a los animales, y además podía comunicarse con ellos. Ahora entendía el porqué podía hablar con las serpientes.

Aunque se encontraba desconcertado, no entendía como podía ser heredero de Slytherin por parte de Thomas Riddle. Estaba más que convencida, de que Dumbledore sabía sobre ello. Y se lo había ocultado, muy escondidamente en su segundo año, cuando le había dicho que Voldemort había transferido varios de sus poderes a él, lo cual lo veía imposible ya que la magia no puede transferirse, si fuera así los magos podrían hacer mágicos a los muggles si estos quisieran.