Capítulo uno
¡Estoy harto de esta vida! Cansado de que todo siempre se dirija a lo mismo y no hay ningún cambio que me dé señales para salir de esta realidad que me encajona cada día. Sin que mi opinión sea pedida, pero que darla nunca ha sido un problema, solo quiero decir que anhelo ser una persona normal. ¡Qué ironía! ¿Aun viéndome al espejo puedo llamarme "normal"? ¡Qué estupidez, tengo alas!
Aun sin destruir ni denigrar del personaje que he creado con el tiempo y poco menos con la intención de bajarlo del pedestal en donde habita mi gran nombre, me atrevería decir que soy igual a una vieja marioneta de circo, figuras de trapos las cuales no se le permite dar un movimiento sin antes ser permitido por el dueño que las maneja. La necia marioneta que quiere cortar las cuerdas que atan sus pies y manos para salir corriendo, pero que hasta para hacer el intento de cortar necesita una maldita aprobación. Me pregunto si algún día podré encontrar las tijeras que corten mis cadenas que todos ven como cuerdas de algodón.- ¿Acaso no puedo divertirme como cualquier ser humano lo haría? - protesté mientras no podía con la rabia que erguía y perduraba en mi cuerpo, acoplándose perfectamente y haciendo de esto una discusión. - Empiezo a creer que no tengo el derecho de hacerlo, no sé si mis palabras aun no son claras o es que la vejez ya no te permite razonar, quiero que lo escuches una vez más ¡ya no quiero llenar corazones de amor! todo esto se me torna aburridor, y la monotonía que me invade no cesará hasta que no concluya este ciclo que estoy viviendo. No creo que sea imposible de entender si aún tienes la capacidad de raciocinio. -En este punto mi rostro reflejaba la tristeza de un joven muy encolerizado tratando de aclararle a su "padre" que nada de lo que hacía le gustaba, la verdad es que ya no le encontraba el sentido ni la razón de vivir de esta forma y sirviéndole a otros, todo se basaba en lo mismo y a este paso se me iría la vida en un espabilar de ojos y no hallaría las fuerzas que se necesitan para seguir si no cambio esta manera de vivir. Si es que se puede definir así y llamar vida.
Cuando toda tu existencia está siendo llevada de la mano de la palabra monotonía puedes darte por vencido porque el significado de esta es muerto y nada de lo que haces tiene un valor. Es una uniformidad todo lo que suceda en ella, últimamente nada te sorprende y si hablamos de emociones podemos sentirnos aún más muertos."La mente humana tiene un primitivo mecanismo de defensa que niega cualquier realidad que provoque un estrés excesivo al cerebro. Se le llama negación." nunca estuve tan de acuerdo con DAN BROWN, decir cómo me siento en solo una frase de su gran novela (inferno) eran cosas de grandes pensantes, ¿por qué Arturo no podía ser así? él era su majestad, señor de señores y se supone que debería tener esa sabiduría para tomar una decisión o en mi caso dejar a alguien libre si es que no es de su agrado.
Estaba seguro de que él se empeñaba en tenerme atado a su antojo, dejé de llamarlo padre, dejé de ser el maldito bastardo hijo sumiso porque quería viajar de los brazos de papi al mundo, así era como muchos me catalogan ¡un maldito hijo de papi! todos llegaban a creer que llevaba una vida estupendamente feliz por ser el hijo del rey, por ser el gran cupido, temible e idolatrable, este era el cargo que todos anhelaban desde algún rincón de sus vidas porque todos querían ser como yo, pero yo anhelaba un mísero día ser como ellos, aquellas almas libres de hacer lo que se les venga en gana, ¡mierda! Nunca podre ser libre, no existen rejas físicas, pero si barreras invisibles las cuales no se permite dar un mísero paso con la única opción de cruzar, ¿¡hasta cuando mi vida dejará de ser esta jodida tragedia!?
ARTURO
- ¡No lo discutiré más contigo! es una orden y mis órdenes se respetan a donde sea que se dirijan, el parentesco no les quita relevancia así que ahora hazlo, tú lo quisiste de esta manera y tendrás que ajustarte a las consecuencias, no es un juego de niños donde abandonas el juguete que tanto pediste solo porque ya es aburridor, nadie está tan preparado como tú para hacer la labor de cupido, así que el tema no se discute más. -Las decisiones del pasado suelen afectarnos en el presente, cree que todo es un cuento de hadas, cree que todo lo puedo y que las consecuencias de sus actos se desvanecerán si así lo deseo, no soy DIOS para que todo se haga a mi voluntad, no entiende que paso mi día a día tratando de protegerlo aunque llegue a ser inútil, Liam hizo el pacto para ser cupido firmando su condena de por vida y en su momento creyó que era lo mejor, capricho que también apoyé desde mi papel como padre, pero las cosas no resultaron así y ahora no puedo romperlo solo por un capricho de la juventud, no le daré el gusto de su rebeldía y tampoco es que a esta altura se haya tomado el tiempo de saber cuáles son las consecuencias que debería pagar por su falta, pero aun así dice que estoy en contra de lo que él hace, soy su padre y quiero lo mejor para él.
LIAM
- ¡No pretendo esperar todo el tiempo que tú quieras! Espero que puedas darle solución a esto, solo quiero encontrar una buena posición laboral en la tierra y vivir como lo tengo planeado, como una persona normal, ¡un ser humano! ¿es mucho pedir? - nunca está de mi parte y se me hace difícil la buena comunicación con él, no hace más que negarse a todo lo que le planteó y se niega a aceptar buscar otra persona que haga lo que todos llaman el privilegio, no creo que sea un privilegio ser un impecable santo-
- ¿Has visto tú a un ser humano con alas? Porque si es así yo no los recuerdo como tu imagen, eres tan diferente a ellos, eres un ser superior, ¡no eres un simple humano! – apretó su puño y su mandíbula, sus expresiones faciales se alteraron dándole la bienvenida a su ego y superioridad digna de un rey. - ¡Liam! tú a mí no me das órdenes ¡esta es mi decisión! En tu momento fuiste capaz de tomar un juicio, ¿por qué revocar eso? – Porque soy tu hijo, siempre me pregunto si debe haber razones para hacer lo mejor por tu hijo, simplemente debes apoyarlo incondicionalmente como un padre, fue lo que pensé mientras el sermón más grande de mi vida se aproximaba cada vez más a mí. - Es mi última palabra, no hay vuelta atrás, ¿crees que puedes ir por el mundo haciendo lo que se te antoja? yo no corrí con la misma suerte...- me sorprendió que callara y no siguiera con su lección de vida, creí que me tiraría en cara una emocionante historia de cómo fue un guerrero a mi edad o de cómo tapó el sol con un dedo y cosas así superiores, pero solo suspiró y se enderezó de nuevo en su silla tomando una forma más relajada, pero esta vez se sumergió en sus pensamientos y solo... - No quiero hablar más del tema. – Ni siquiera lo exclamó como se acostumbra a hacerlo, solo una voz cansada salió a decirme que este tema estaba cerrado y como siempre, Arturo 1 – Liam 0.
- Eso lo quería cuando no veía la vida como lo es ahora, no quiero hacerlo más, si sigues obligándome lo haré todo mal. – y ahí estaba yo alegando por mi causa cuando Arturo ya no quería ni voltearme a mirar porque el tema ya había muerto. - ¡No puedes someter a alguien a hacer lo que tú quieres! Nunca fuiste alguien afectuoso y todo lo que sabías decir era ¡Liam, has esto! ¡Liam, has lo otro! ¡Liam, no hagas eso! Y solo para ese tipo de cosas pronunciabas mi nombre. – nunca fue un padre ejemplar el cual todo mundo quisiese tener, bueno si era el que todos quisieran tener, pero creo que esa cara de padre no afectuoso solo la veía yo, no se lo pedía ahora, solo quería libertad la cual sólo él podía darme. -
- ¡Ya te dije algo! –esta vez tampoco azotó su mano sobre la silla y sentía que solo se limitaba a responderme. - Este tema no se discute más, la señal de la medallita que cargas en la mano está indicando que alguien está esperando por ti, ve y arregla todo, no quiero críticas sobre nada ¡hazlo! – y efectivamente estaba un desesperado e incapaz esperando por mí.
Odio cuando esta medallita dorada la cual poseo en la mano derecha empieza a brillar, eso significa que iré a flechar a alguien para que consiga lo que quiere, si tan siquiera pudiera flecharme para que en mi vida todo se arreglara, pero está claro que no podré, no sé qué voy hacer, estoy harto de todo, si él quiere hacer conmigo lo que quiera no lo logrará, porque hoy mismo subirán muchas críticas de corazones rotos, recuerdo el día que me la obsequiaron, día en el cual fui feliz al ser nombrado cupido, lleno de la admiración que muchos sentían por mí fue creciendo mi ego, y a la misma vez fui descubriendo que era el verdadero amor. "Las críticas van destruyendo el corazón de los que se preparan para ser cupidos, sería injusto saber que esta labor no se está haciendo de la mejor manera, ¿Cuál sería su ejemplo? es una obviedad el decir que ellos deben estar demasiado concentrados para conocer todo sobre el amor, para aprender a cumplir los deseos de los demás, aprender a depender de ellos y olvidarse de tener una vida personal.
keidy córdoba
Dios es amor
espero les guste

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CUPIDO LE TEME AL AMOR
Teen FictionEl amor es un lío y es el lío en el que todos quieren estar. Es ese deseo culpable que todos llevamos muy dentro, pero no todos percibimos el mundo de la misma manera y ahí es cuando surge la catástrofe del amor. La posibilidad de unir dos mundo est...