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Capitulo once

LIAM

"Es horrible pretender que no necesitas el amor cuando así es; o que te gusta tu trabajo cuando sabes muy bien que eres capaz de algo mejor." DORIS MAY LESSING

Mientras observaba como toda su persona estaba en dudas esperaba su respuesta, no tendría problemas en sentarse a desayunar en ese estado, si me lo preguntan es un estado normal en el que el ser humano puede estar si así lo desea, y yo así lo deseo.

Hizo un breve ademán de subir las escaleras, pero se detuvo al instante como si hubiese golpeado con una pared, se sostuvo de las barandas que estaban sujetas a las escaleras para no perder el equilibrio, se detuvo como un espabilar de ojos. - ¡Espera! ¿Tú por qué no llevas nada para cubrir tu pecho? – volvió a preguntármelo, olvidó que ya lo había hecho minutos antes, ¿Cuántas veces debo repetirle que lavé mis prendas en el día de hoy? sentí esa comodidad entre nosotros, llegué a sentir ese espíritu de parejas, cada vez que en el pasado unía parejas me tocaba ver todo este tipo de cosas. Aventuras las he tenido, pero con ella, no debo pensar igual... He tenido tropezones como todos lo han hecho en algún punto de sus vidas, pero no había amado a nadie. No pensaba en nada más que en saber cómo se sentiría, por instinto quería saberlo, porque sé que el satisfacer deseos carnales no es lo mismo que satisfacer las necesidades del corazón y yo quise intentarlo y creo tener la certeza de poder haber sentido la sensación que esta provoca desde las entrañas de tu alma hasta el más mísero vello corporal y puedo decir a voces que ya sé que se siente, No niego que ella se veía un tanto irresistible, solo un poco, con ese pijama color verde mentolado, un pequeño short que dejaban ver con toda exactitud el bronceado de sus hermosas piernas y como ya lo dije antes, es solo un poco, una blusa que traía consigo un gran escote, dejando ver la perfección de sus senos y se notaba que en su mundo el sujetador era como los amigos para mí, no existían. Dejando claro que nadie duerme con sujetador y qué alentador se me hace.

- Nada salió como lo había planeado. -empecé a excusarme, dándole respuestas baratas, escondiendo las ganas de querer hacer esto. - Es que el buzo no alcanzó a secar, solo lo hizo la sudadera, ya que la tela que posee es de un material más delgado, intenté hacer lo que pude para no estar así, pero al parecer nada fue a mi favor, de igual manera agradezco que la sudadera secase porque si no fuera el caso estaría en peores condiciones. - con estas últimas palabras logré cambiar su rostro, ahora estaba mucho más sonrojada y sé que por su mente desfiló el momento en que liam London preparaba el desayuno en prendas menores o incluso sin ellas. -

- Esta bien. – dijo retomando su cordura. - De igual manera todo esto me lo busqué sola. ¿No se te pasa por la mente que puedes haber sido exhibicionista? Se te da muy bien y además no sientes vergüenza alguna entre personas desconocidas. – por lo visto a ella aparte de ser farmacéutica, en sus días libre como hoy fin de semana tal vez puede estar entrando en el negocio de la exhibición. dio la vuelta sin permitirme responder, decidí omitir lo que iba a decir, y solo dejarlo para mi antes de que pudiera cabrearla aún más. Un sonido ajeno al de nuestras voces dio paso entre nosotros, lo que todos dicen ser un timbre, sonaba con desesperación una y otra vez, llamando la atención de Nataly que aún estaba por terminar de subir el último escalón, no fue necesario decirle que tocaban el timbre de su puerta porque cuando pensé hablar ella ya estaba por atender de esta, fue tan rápida que no espere dicha reacción, ella estaba esperando que fuera Samuel y yo estaba seguro de que él no podía ser, el no estaría allí, ¿o sí?, Su duda la resolvería yo, pero ella en esas fachas no atendería ni la puerta a su madre. No la dejaría, y si su madre no es la excepción que los hace pensar que Samuel si lo sería, en el día de hoy me sentí único de haber podido presenciar esa parte de ella y por ningún motivo iba permitir que alguien más inspeccionara su cuerpo de esa manera, la gente tiende a tener la mente muy sucia y nadie la desnudaría con la mirada en caso de que no fuera yo, ¡por favor! No soy el único con la mente perversa en este mundo. -

CUPIDO LE TEME AL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora