Contra el viento (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 19

Era una de esas noches en las que conseguir dormir estaba siendo un autentico suplicio, una gran carrera de obstáculos con cientos de impedimentos que no le dejaban llegar a su objetivo, aunque todo el mal realmente lo podía resumir en uno: no era capaz de hacer que su mente desconectase de todo, y por consiguiente, su cuerpo no paraba de dar vueltas y vueltas en la cama, provocando que los nervios y la desesperación por conciliar el sueño golpearan con fuerza todo su sistema.

─Oh, joder ─gruñó algo enfadada, dando incluso un golpe con la mano contra el colchón.

Y sí, debido al plan de Clarke, podía decir que estaba de vacaciones y que no tenía de que preocuparse en absoluto, pero también quería dormir y poder descansar para al siguiente día seguir dándole algo de forma a la información que la cantante le había ido soltando esos días. No era mucha, pero ya era más que todo lo que había sacado durante las semanas de gira con el grupo. Al menos la cantante parecía estar poniendo algo de su parte, y su paciencia se había visto totalmente recuperada en ese sentido. Y es que a veces el carácter algo estúpido e inestable de Clarke volvía a surgir con fuerza y se cargaba conversaciones increíblemente agradables y tranquilas entre las dos. Una pena, la verdad, porque muchas veces se había quedado con ganas de más, de descubrir más cosas sobre ella.

También había ido descubriendo, y sintiendo en propia persona y en primer plano, ciertos detalles que la cantante había tenido con ella. Eran un tanto desconcertantes, puesto que nunca la había visto con esa actitud anteriormente y chocaba bastante con su carácter y lo que había conocido de ella hasta entonces. Porque jamás hubiese pensando que Clarke podría servirle por voluntad propia un té, o que incluso tuviese el detalle de echarle una pequeña manta sobre los hombros ante la posibilidad de tener un poco de frío. Pequeños detalles que, aunque la cantante decía que no tenían importancia, ella consideraba que decían mucho. Su doble carácter por momentos le daba la impresión de que podía incluso aumentar a triple. Pero, para ser sincera, el descubrimiento de su última personalidad y conducta le gustaba mucho más que las otras dos. Muchísimo más. Porque, aparte de ser más fácil de tratar, era el doble e incluso el triple de interesante.

Agarró su teléfono móvil, el mismo que había dejado sobre la mesita de noche antes de intentar dormir, y decidió cotillear un poco acerca de lo que se decía de Clarke por el mundo internet. Había leído algo, muy por encima, en otro momento, y la verdad era que muchos medios no la trataban muy bien a pesar de que, según ella, la cantante se esforzaba al máximo en su trabajo. Porque Clarke podía ser desesperante y algo molesta, pero ante todo era profesional en su trabajo, y se lo había demostrado a lo largo de esas semanas. Y tras conocerla un poco más, le daba bastante pena que juzgasen otros aspectos de su vida en lugar de lo que realmente debería importar.

Frunció el ceño rápidamente en cuanto la primera noticia saltó ante sus ojos. Hacía referencia al parón que había sufrió la gira, por el cual ellas estaban en casa de la cantante. Y aunque ella realmente no sabía que era lo que había ocurrido, se molestó bastante ante lo que estaba leyendo, porque las noticias en lugar de hablar acerca de los motivos profesionales, se centraban en la falta de profesionalidad de Clarke y en que posiblemente estaría aprovechando el tiempo de fiesta en fiesta, rodeada de alcohol y a saber qué cosas más, y rompiendo con todo tipo de compromiso profesional.

Suspiró algo molesta y contuvo las ganas de levantarse y escribir una réplica a lo que acababa de leer. Pero rápidamente pensó en que quizás no era muy conveniente hacer algo así. Por una parte, no sabía que había pasado para que unos días de descanso pasasen a ser todo un mes. Y por otra parte, era la escritora oficial de su biografía. No sabía muy bien cuanto de profesional o no profesional podía llegar a ser esa acción. Y era demasiado tarde como para llamar a Anya y consultárselo. Así que decidió bloquear el teléfono móvil y volver a dejarlo sobre la mesita con el objetivo siguiente de cerrar los ojos e intentar que se le cumpliese el milagro de poder dormirse.