Contra el viento (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 28

Se había pasado toda la noche dando vueltas sobre el colchón, pensando en toda la historia que le había soltado Clarke. Su historia real a través de una confesión bastante cercana, íntima y privada. Cercana e íntima porque se lo había contado a ella en exclusiva y justo después de haberse acostado, de haber compartido un momento bastante increíble de pasión y de dejarse llevar por completo. Y sí, también era privada, porque según las propias palabras de la cantante, ella era la tercera persona que sabía la historia.

¿Y qué ocurre con algo así rondando constantemente tu cabeza? Simple: genera presión. Una presión brutal y bastante acojonante. O al menos, ese era su caso.

Su actual trabajo se basaba en contar la vida de Clarke Griffin, algo que le estaba costando horrores, sintiendo en su interior, durante todo el tiempo que llevaba a su lado, que había algo más, que algo fallaba o no terminaba de encajar, y que posiblemente era el mismo motivo por el cual Clarke se mostraba siempre tan distante y poco habladora en ciertos temas. Y ahora que tenía la razón y la verdad, y que por fin podría terminar de encajar todas las piezas, no podía hacer nada. Absolutamente nada.

Y no podía hacer nada porque Clarke de forma directa, y también un tanto dura, le había pedido que no lo hiciese, y lo respetaba, sí. Por eso mismo su opción más clara, sencilla e inteligente fue la de abandonar y guardarse en exclusiva para ella la historia real, sin ninguna intención futura ni mucho menos. Nunca había sido esa clase de persona, y no iba a empezar a serlo ahora.

El problema, y muy posiblemente el mayor error cometido, fue cuando intentó huir del enorme lío en el que se iba a meter, porque aunque tenía todo perfectamente claro en su cabeza, Clarke supo convencerla en unos minutos, con unas pocas palabras y sus increíbles ojos azules clavados en ella. Y es que le fue tremendamente imposible marcharse tras ver cómo dejaba caer esa coraza que intentaba mantener casi siempre en pie, porque cuando se mostró tan vulnerable delante de ella, emocionada e incluso soltando un par de lágrimas, sintió que todo estaba perdido, que ya no podía hacer nada y que iba a acceder como una completa imbécil, aunque la idea de que todo acabase horriblemente mal siguiese en su cabeza.

─Hola, escritora sexy ─llamó su atención Clarke, dejándose caer a su lado en el sofá y provocando una pequeña sonrisa en ella─. ¿Ocurre algo? ─preguntó y giró el rostro para ver cómo la miraba atentamente.

─Nada ─contestó y la vio fruncir ligeramente el ceño─. ¿Qué iba a ocurrir? ─soltó de forma desinteresada.

─Bueno, estás viendo la televisión y tú pasas muy poco tiempo delante de la caja tonta ─aclaró Clarke en primer lugar─. Y no estás en el jardín como cada tarde, pero sobre todo, estás siendo muy poco habladora hoy ─indicó y se movió un poco para estar más cerca de ella─. Te arrepientes de la decisión, ¿verdad?

─No, claro que no ─contestó tras unos segundos.

─No me mientas ─pidió Clarke inmediatamente.

─No te estoy mintiendo, simplemente estoy tomándome un día de descanso ─dijo intentando que la pequeña tensión generada en el momento se rompiese─. Y bueno, también me mentalizo un poco para la vuelta a la gira ─aclaró con una sonrisa un tanto fingida, aunque aún quedaban días para ello.

Prefirió decirle eso a soltar un "no sé por qué narices estoy haciendo esto". Porque hasta el momento pensaba que era una mujer de principios, y ahora se encontraba en la situación de tener que crear una mentira para engañar a la gente que leyese su libro y la historia de Clarke. Además, era la historia de Clarke Griffin, la persona que más seguidores tenía de entre todos sus trabajos sin lugar a dudas, lo que suponía una larga lista de lectores asegurados. La gran oportunidad de su vida en bandeja de oro, tal y cómo Anya se lo había dicho, pero con el detalle de que también estaba siendo la oportunidad más complicada y la que más dolores de cabeza le estaba dando y le daría.