Contra el viento (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 29

─Es que es un imbécil ─se quejó de nuevo antes de resoplar sonoramente─. Es muy imbécil, pero que mucho, ¿eh? ─le aseguró a Lexa al sentir cómo le clavaba la mirada.

─¿Es muy imbécil por hacer su trabajo? ─cuestionó la castaña.

─Es muy imbécil por jodernos las vacaciones ─contestó con rotundidad.

─Mira el lado bueno ─indicó Lexa y ella frunció el ceño a la espera de que le diese ese punto de vista que no era capaz de ver─. No hemos tenido que ponernos las miles de vacunas ─exageró y como respuesta ella alzó la ceja para que viera que no estaba muy de acuerdo.

─Si esa es una forma de rechazar elegantemente mi propuesta de vacaciones, te está quedando muy mal ─aseguró antes de apartarle la mirada.

─Clarke ─la castaña intentó llamar su atención, pero se hizo la dura, aunque solamente hasta que sintió cómo posaba una mano sobre su muslo, proporcionándole un agradable calor─. Me hubiese encantado ir contigo a ese viaje ─le aseguró y ella volvió a mirarla para ver completa sinceridad en sus palabras.

Y sí, a ella también le hubiese encantado ir de viaje con Lexa, aprovechar esos días que aún le quedaban libres a su lado e intentar conocerla un poco más, porque, aunque habían pasado semanas juntas, la escritora seguía siendo aún casi un misterio para ella. Pero todo se rompió la noche anterior, cuando Bellamy la llamó tras dejarle más de diez mensajes en los que decía que era importante. Tan importante como que había logrado hacer un buen contrato y la confirmación de un par de buenos conciertos antes de volver a la organización oficial de la gira. Así que, ahí estaban las dos, en un taxi y de camino hacia el autobús de la gira, el sitio que volvería a convertirse en su hogar durante semanas y semanas. Y no es que le molestase, ese era su estilo de vida, pero joder, había perdido la oportunidad de pasar unos días increíbles con Lexa.

─¿Llevas todo? ─le preguntó a la escritora, en un intento de volver a tener una conversación, fijándose en cómo asentía mientras miraba por la ventanilla─. ¿También tus cosas de escritora misteriosa? ─insistió para bromear un poco, logrando que finalmente la buscase con la mirada.

─¿Escritora misteriosa? ─cuestionó Lexa, alzando ligeramente una ceja.

─Sí. Siempre estás ahí con tu portátil, tus palabras, tus documentos y esas cosas ─respondió ante su mirada.

─No sé si sabes que es mi trabajo ─le aseguró con una pequeña sonrisa.

─¿Ah sí? Casi que no me había dado cuenta, como no has sido pesada ni nada por el estilo ─murmuró.

─Voy a hacer como que no he escuchado eso último ─le aseguró Lexa.

─Si quieres te lo repito ─intentó picarla y la aludida negó con el rostro antes de apartarle la mirada─. O puedo decírtelo en la cama ─se movió hacia ella, para susurrárselo en el oído.

─Para ─le ordenó Lexa con seriedad.

Se apartó un poco de ella y la miró sonriente antes de bajar la vista a sus labios. Eran tan jodidamente apetecibles que era casi una tortura el estar a su lado y no besarla. Lexa susurró un no, adivinando claramente sus muy claras intenciones, y como consecuencia su sonrisa se hizo aún mayor. Intentó acercarse un poco más a ella para besarla, pero la escritora puso una mano sobre su hombro y la detuvo, asegurándole de esa forma, tan directa y física, que eso de mostrar cariño públicamente no era lo suyo. E iba a insistir un poco más, para ver si al final acababa cediendo, pero su salida del taxi, después de que este se detuviera, le hizo la misión imposible.