Contra el viento (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 36

─No sé cómo me he dejado convencer, debería estar en casa descansando ─susurró mirando por la ventanilla del coche.

─Ni de coña. Me prometiste que vendrías conmigo, y para una vez que estás en la ciudad tendré que aprovechar ─dijo Anya mientras conducía.

─Lo hice para librarme de ti ─aclaró sin dudar y sin apartar la mirada de la ventanilla.

─Pues ahora te jodes y cumples. Me lo debes ─zanjó su amiga de forma bastante clara y concisa, cortando de forma drástica la conversación y sin darle pie a que pudiera decirle algo más al respecto.

Y sí, se lo debía. Le había prometido acompañarla a algún tipo de evento un día que apareció en su piso con mucha insistencia y ganas de que la acompañase a una cena con otros conocidos. Ella se negó por completo, pero su amiga acabó tirando de la vieja excusa de que hacía tiempo que no se veían lo suficiente y que estaba hasta olvidándose de su cara. Y sí, Anya en ocasiones era demasiado dramática, pero en el fondo su dramatismo no escapaba mucho de la realidad. Llevaba meses con un ritmo de vida, y de trabajo, un tanto acelerado, mucho más del que acostumbraba, ya que, en lugar de encargarse de biografías, se había estado dedicando a hacer pequeñas entrevistas y artículos para alguna que otra revista. Aceptaba casi todo lo que Anya le ofrecía y sin importarle las horas de vuelo y el poco tiempo que pasaba en su piso. Vivir para trabajar estaba siendo su mejor baza. Pero, como Anya seguía controlando su trabajo y su agenda, sabía exactamente cuando tenía tiempo libre, así que, ahí estaba, sentada de copiloto mientras su amiga conducía, sin saber muy bien a donde se dirigían, ya que solamente le había dicho que se vistiese formal y elegante. Ni un dato más, aunque sus ganas se situasen en el nivel de menos cero y bajando sin frenos.

─Bien. ¿Lo tienes todo? ─preguntó Anya tras aparcar, sorprendiéndose de la rapidez, o quizás es que se había quedado demasiado tiempo perdida en sus pensamientos.

─No ─respondió y su amiga le clavó la mirada rápidamente, esperando una respuesta a su más que contundente negación─. Mis ganas se han quedado en mi piso ─aclaró y Anya alzó ligeramente una de las cejas con gesto de fastidio incluido.

─Baja ahora mismo del coche ─le ordenó su amiga.

Soltó un suspiro bastante sonoro para seguir mostrando su negativa hacia el plan de la noche, y, pasados unos segundos, su unió a ella el exterior al ser consciente de que no tenía nada que hacer en contra la situación.

─¿Me haces un favor? ─le preguntó Anya en cuanto se acercó a ella─. Aparta tu humor de chica estúpida por esta noche, gracias ─contestó a su propia pregunta y ella le apartó la mirada bastante molesta.

Caminaron juntas en un silencio absoluto, y, tras un par de metros, fue capaz de localizar el sitio en el que iban a pasar unas cuantas horas. Anya no le había confirmado nada al respecto, pero no había que ser muy lista, ya que podía ver cómo la dirección que su amiga marcaba iba en camino hacia un gran local con seguridad en la puerta.

─Solamente serán un par de horas, te lo prometo ─dijo Anya después de saludar educadamente a los chicos de la puerta─. Hay gente muy influyente y puede ser interesante y también muy favorable para la editorial ─le informó mientras caminaban por un gran pasillo por el que la gente charlaba animadamente con copas en la mano─. Pero bueno, tampoco viene mal divertirse un rato ─dijo sonriente.

Frunció el ceño ligeramente ante sus últimas palabras, ya que no entendía muy bien de que iba todo aquello. Pero lo descubrió rápido, en cuanto otro chico de seguridad abrió la puerta que encontraron tras acabar el pasillo. Su sorpresa fue brutal, porque nunca imaginó que, nada más abrirles, el fuerte volumen de la música chocase directamente contra ella y que sus ojos tuviesen que adaptarse a la falta de luz. Se había esperado una reunión tranquila, y la realidad que tenía delante distaba mucho de eso. Demasiado. La sala era enorme y estaba completamente repleta de gente que bailaba al ritmo de la música.