El deseo que suelen tener todos de formar parte de los grupos sociales, ser valorados y apreciados se ve gravemente disminuido, con la consiguiente baja autoestima y complejo de inferioridad.
—
Día 11 - Jueves (2/2)
22/03/2018
Los alumnos se levantaron para comenzar a guardar sus libros y materiales cuando la profesora anunció que ya era su hora de salida.
Noah se levantó también de su lugar y comenzó a guardar sus cosas con un poco más de rapidez. En su cabeza continuaba el pensamiento de que había una gran posibilidad de volver a ver al chico del jueves pasado, pero no sabía si quería hacerlo. Creía que por la vergüenza de recordar lo que le había pasado en frente de aquel chico, podía hacerlo repetir una de sus torpezas.
-¡Noah, espera! -. La voz de Teo hizo que se detuviera. Se giró en su dirección y lo miró con algo de duda.- ¿Puedes esperarme? Debo decirte algo antes de que te vayas -. Le dedicó una sonrisa y esperó respuesta de parte de Noah.
Miró unos segundos a su alrededor y notó que solo quedaban algunos alumnos apunto de marcharse. Suspiró y asintió. Le sonrió de igual forma.
Teo dejó de mirarlo para continuar guardando sus cosas pero lo hacia de una manera excesivamente lenta.
- Mierda. No encuentro mi móvil. Espera que lo busco y nos vamos ¿bien? -. Noah mordió su labio inferior viendo como los últimos dos alumnos salían del lugar. Asintió en su dirección, no podía negar ya que no quería parecer grosero a pesar de que le gustaría haberse ido mucho antes.
Teo comenzó a buscarlo y Noah solo movía su pierna impaciente. Comenzaba a creer que le estaba haciendo esto apropósito. La idea de que Teo quería saber quién era el chico al que le había escrito aquella carta pasó por su mente y sintió algo de molestia.
Teo no podía estar haciendo esta tonta escena con tal de intentar descubrir sobre quién hablaba Noah en su carta aquella vez, ¿no es así?
Quiso que su impaciencia se notara pero no tanto al soltar un audible suspiro. Teo lo miró y sonrió un poco.
- Tranquilo, aquí estaba -. Tocó su bolsillo y lo sacó de allí mostrándoselo a Noah.
Teo lo rodeó y tomó con suavidad su mano.- Quiero que vengas conmigo ¿puedes? -. Los ojos de Noah fueron a sus manos entrelazadas. Sentía una sensación extraña al tener la piel de Teo sobre la suya. Luego lo miró pero esta vez a los ojos. ¿Debía decir que si? ¿Si se negaba, Teo reaccionaría mal? Asintió y volvió a morder su labio. Teo tiró un poco de su mano hasta llegar a la puerta pero alguien la empujó desde fuera haciendo que chocara contra el hombro del más alto, ya que él estaba de espaldas. Se giró pero sin soltar la mano de Noah.
- Eh, ten más cuidado... -. La voz de Teo se escuchó igual de gruesa que las veces que lo vio enfadado.
- Disculpa, jefe -. Respondió el otro chico con un tono de gracia.
Noah levantó la vista al escuchar su voz e inmediatamente sintió como si su estómago se hubiera estrujado. Su boca se abrió ligeramente y su respiración se aceleró.
¡Por favor! ¿Era posible que Noah sintiese todo eso con apenas ver por segunda vez al chico rubio del jueves pasado? Ni él mismo podía creerlo.
Sus miradas se cruzaron y Noah aguantó su respiración al sentirse tan hipnotizado por sus ojos. - ¡Hey, hola! -. Hizo un gesto hacia él con la cabeza, saludándolo amigablemente. Con su mano libre, Noah se señaló a si mismo inconscientemente como preguntando si aquel saludo iba dirigido hacia él. El chico rubio con el aro en la nariz rió.- Sí, tú, hola -. Noah asintió hipnotizado por sus ojos sin saber qué decir. No podía dejar de mirarlo hasta que sintió cómo tiraban de su brazo.
- Bien, nos vamos -. Teo miró con algo de furia al chico de rulos y pasó por su lado, llevándose al pequeño consigo. Al pasar por su lado, el hombro de Noah rozó con el chico y giró su cabeza encontrándose de nuevo con su mirada. El chico del jueves pasado le regaló una sonrisa y el pequeño se la devolvió inconscientemente. Volvió a sentir cómo tiraban de su brazo.
Se quejó con un sonido de molestia cuando salieron totalmente del salón, dejando atrás al rubio de ojos avellana.
- Es él, ¿no? -. Ignoró su queja. Parecía que el enojo había vuelto a apoderarse de él.- ¿Es el chico de tu carta? -. El castaño abrió sus ojos exageradamente e intentó callarlo negando rápidamente. Era probable que el chico los haya escuchado porque Teo había levantado suficientemente la voz.- ¡Contesta! -. Noah dio un paso atrás algo asustado por la reacción de Teo. Tenía su ceño fruncido en un gesto de furia, sus manos cerradas hechas puños y podía notar su mandíbula tensa. ¿Cómo era posible que en solo segundos Teo cambiara completamente?-. Cuando te pregunté si te gustaba alguien lo negaste y ahora resulta que has hablado con ese idiota... te vuelvo a preguntar, Noah, ¿Ese es el chico de tu maldita carta?
Cada palabra salía con un tono amenazante y una vibración de furia mientras daba pasos lentamente acercándose a Noah. Él por su lado intentaba alejarse pero no lo logró mucho cuando su espalda chocó contra los casilleros. No quería que Teo le volviera a gritar, eso lo asustaba y lo hacía sentirse inútil. Sintió su respiración agitarse, lo cual le indicó que un ataque de ansiedad estaba volviendo a aparecer. Respiró con dificultad y sus ojos comenzaron a aguarse.
Algo hizo un 'clic' en la cabeza de Teo y su rostro cambió al ver la asustada figura frente a él. La ola de preocupación volvió y sus manos aflojaron los puños. - Yo- carajo, Noah, lo siento mucho -. Comenzó a disculparse mientras se tropezaba con sus propias palabras. Se acercó ligeramente a Noah y él estaba lleno de confusión. ¿Por qué volvió a actuar diferente?- Te prometí no volver a comportarme como un idiota y es lo primero que hago. Lo siento, de verdad -. Su rostro estaba lleno de culpa.
Teo agarró suavemente las manos de Noah. El castaño respiró hondo y eliminó con esfuerzo cualquier síntoma de un nuevo ataque de nervios.
- ¿Puedes perdonarme, de nuevo?
Y Noah asintió una vez más sin saber qué más hacer. Él no tenía en cuenta el daño que le estaba causando. En su cabeza sólo seguía teniendo la imagen de los hermosos ojos del chico del jueves y no se daba cuenta de lo que realmente le estaba causando Teo.
ESTÁS LEYENDO
El Chico De Los Jueves
Teen FictionNoah quiere saber cómo se siente estar enamorado y el chico de los jueves se lo está demostrando. • • ~ Todos los derechos a la autora, yo ~ ~ NO se permiten adaptaciones ~ ~ PROHIBIDA SU COPIA TOTAL O PARCIAL SIN MI CONSENTIMIENTO~