Capítulo 8 🔞

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Caminamos apresurados de la mano (en realidad me arrastra).

- Anthony más despacio, no camino tan rápido como tú -me quejo

- Está bien, lo siento -amenora el ritmo

Subimos por las escaleras hasta el tercer piso, la habitación acondicionada para nosotros.

Me da un beso en el dorso de la mano y luego una en la frente.
- Me duchare Jessica -se apresura al baño

Creo que yo haré lo mismo, hay demasiada arena y sal en mi anatomía.

Salgo de la habitación hasta otro baño. Me desnudo y entro a la ducha el agua caliente arrastra la arena de mi piel.

Toco los depósitos viendo la variedad de lociones, no sé que shampoo serán estos, pero son muy perfumados, me baño minuciosamente. Me enjuagó disfrutando mucho del agua caliente, salgo y me coloco frente al espejo, no estoy tan bronceada, solo algo colorada. Abro los cajones, crema para el cuerpo, para el cabello y lociones. Lo uso todo, ya cuando me siento fresca, seco mi cabello con una toalla que dejo tirada en el lavabo y me enrollo otra en el cuerpo.

Salgo caminando con unas pantuflas blancas y entro a la habitación principal, el doc aún no sale del baño, que bien, eso me da tiempo de admirar la vista.

Aunque me da también tiempo para pensar...

Idioteces como siempre.

Y si estoy cometiendo un error? Y si descubro que soy un fracaso en la cama? Y si no es nada placentero la primera vez? Y si simplemente soy frigida?

Me doy una patada mental y me restriego la cara con las manos muy frustrada. Me tiemblan las manos nuevamente a la vez que sudan y me siento idiota. Mi corazón golpea contra mis costillas fuertemente y me empieza a faltar el aire.

Ataque de pánico, Jess? Enserio puedes ser tan patética?

Parece que sí...

Escucho un ruido y veo por el resplandor del cristal que ya ha salido de la ducha, me volteo lentamente y lo veo, húmedo, aún con gotas de agua que se resbalan por su piel, el cabello le gotea, tiene una toalla enrollada en la cintura baja, y esta con una mirada prometedora.

No dice nada, no digo nada. Solo nos miramos mientras me aferro a la toalla como si fuera mi salvavidas.

Camina hasta mí, me toma de la mano con firmeza y me dirije hacia la cama.

Oh por Dios, ahora si que me esta entrando más el nervio.

Me sienta y toca mi cabello mojado que cae en cascada por mis hombros mientras yo solo observo la V que se marca en su cadera baja.

Saca de una gaveta lo que parece una coleta y me hace una moña improvisada, donde solo se escapan algunos mechones.

- Jessica, quitate la toalla y acuéstate

Mi pecho se contrae provocando que haga un ruido estrangulado en la garganta.

Vamos Adams! No puedes ser menos patética?

El hipo sacude mi pecho y me llevo la mano a la boca para poder amortiguar el sonido, mientras lo veo con la vergüenza carcomiendo mi alma.

Me paralizo, mi mano tiembla y el hipo no me deja hablar.

Me mira intensamente mientras me debato con mi respiración. Veo lo que parece un atisbo de sonrisa en sus labios, se deja caer a mi lado sentado sin dejar de hacer contacto visual.

Toma mi mano aferrada en la toalla e intenta quitarla. Mis dedos están empuñando con fuerza, no ceden y no lo vuelve a intentar.

Miramos hacia la ventana, la espuma de las olas resplandecen con la luz de la luna. Mis dedos tiemblan y mi hipo es el único sonido entre nosotros.

Solo sucedió ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora