-21 años más tarde-
Un joven comenzó su día al igual que los anteriores, se levantaba a las 7 de la mañana, salía de su carpa y caminaba al río a lavarse la cara. Desde hacía 3 días estaba caminado en busca de un trabajo, el era un cazador errante, pero con un objetivo preciso.
Comió lentamente su desayuno, guardó sus cosas y la carpa en su enorme mochila, y siguió su camino.
Tenía pensado llegar al pueblo antes de que oscureciera.
Afortunadamente logró llegar pasado la hora de almuerzo, cuando el sol ya no estaba en su punto máximo.Entró al primer hostal que encontró, un edificio pequeño con un letrero rosado más grande de lo necesario. Adentro había un mesón con un niño de 12 años dibujando, una pequeña sala de espera y una escalera que conducía a las habitaciones.
- Buenas tardes- saludó el joven- hay una habitación disponible?
- Sip- respondió el niño si levantar la vista de su dibujo- toma una llave del canasto. Todas las que están escritas con rojo son individuales, las que están escritas con azul son dobles, del número 1 al 11 están en el segundo piso y del 12 al 24 en el tercero. El desayuno se sirve a las 8. Cuántas noches estarás?
- Dos noches- le dice sacando una bolsa con dinero- cuánto sería?
- Dos monedas de plata- respondió extendiendo la mano para recibir el pago, el joven le pasa las monedas y saca una llave roja del canasto.
Sube las escaleras hasta el tercer piso y camina por el pasillo hasta la puerta con el número 14. Adentro había una cama de una plaza al lado de un ventanal, una mesa pequeña con unas flores, un armario y un baño. El joven decidió ducharse de buena manera, en el camino solo le lavaba la cara con el agua del río, y después ir al pueblo a buscar un trabajo.
- Disculpa- dijo interrumpiendo amablemente al niño en el mestrador cuando bajó- conoces un lugar donde se pueda conseguir un trabajo para un cazador ambulante?
- El bar del Perro- contestó aún sin levantar la vista- sigue derecho por la calle y dobla a la derecha cuando llegues a la floreria, después caminas un par de metros y encontrarás el bar.
- Muchas gracias- se despidió al salir del hostal.
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.El bar del Perro estaba en una vieja casa de madera, pobremente iluminada y con un asqueroso olor a sudor y a tabaco. Habían mesas por todo el local, la gran mayoría con personas desmayadas de tanto tomar.
El joven se acercó a una mesera que estaba limpiando las mesas con calma y tarareando, como si estuviese ajena a la situación en el local.- Disculpe, señorita- saludó el joven.
- Si? Que pasa?- contestó ella. La mesera era igual de joven que él, tenía el pelo rubio corto y los ojos azules, era alta y estaba con un vestido que le cubría del cuello a las rodillas.
- Me comentaron que aquí se puede conseguir un trabajo para cazadores independientes - dijo el joven un poco cohibido ante la belleza de la señorita- es cierto esto?
- Si!- contestó ella entusiasmada, dejó el paño en la mesa y agarró al muchacho por las manos y lo condujo al segundo piso, el cual estaba un poco mejor iluminado- Siempre frecuentan cazadores en este bar, pero muchos se olvidan de hacer trabajos hasta que ya se les agota el dinero para el alcohol, por lo que siempre hay muchos trabajos pendientes. Qué clase de cazador eres?
- Mágico- contestó él aún cohibido, incluso medio tartamudo- de hecho, también estoy buscando un maestro de fuego, por si conoces alguno...
- De fuego, eh?- ella por fin le suelta las manos y se pone a pensar- La magia de fuego es rara, solo las aprenden aquellos que se ganaron la confianza de un dragón, y ellos nunca se dejan ver.
- Bueno... Me conformo con un trabajo por el momento, solo pagué dos días en el hostal.
- Claro, claro- le dice ella con el mismo entusiasmo- escoge el que más te guste. Los que están marcados con una estrella son específicos para los cazadores mágicos.
- Muchas gracias- dice el joven y se dispusó a mirar las peticiones, había una que le llamó muchísimo la atención, pero no porque quisiera hacerla, sino porque quería disuadir esa propuesta- "Pagaré 100 monedas de oro a aquél mago que consiga matarme"... Esto no está bien, necesito convencer a quien quiera que pidió éste trabajo de qué no lo haga.
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El Mestizo
FantasySi nunca te has preguntado de donde viene el dicho "La luna es la amante del sol", no creo que te hayas preguntado que ha sido del fruto de ese amor maldito: un niño inocente entre medio de una guerra ancestral.