Mil intentaba concentrarse en su vela, pero después de unos minutos el calor del sol estaba abrumándolo y haciendolo sudar. La pequeña llama de la vela se iba consumiendo lentamente, hasta que finalmente se consumió por completo.
El joven levantó su vista buscando a Mayla, quien estaba detrás de él posicionando distintas piedras una frente a la otra, haciendo un pequeño camino.
- Se me ocurrió una mejor idea- le dijo Mayla antes de que él pudiera preguntarle algo- Tu no estas acostumbrado a convivir con el calor del fuego. Como cualquier persona, dependes de él cuando tienes frío, pero es hasta cierto punto.
- Entonces, que me vas a enseñar? A ser uno con el fuego?
- Exactamente!- le respondió la chica colocando la última piedra- Tienes que aprender a soportar el calor del fuego e incluso no sentirlo cuando toca tu piel.
Mayla chasqueó sus dedos y todo su cuerpo se envolvió en suaves llamas doradas. Ella se mantuvo serena y tranquila, no le dolían ni le molestaban. Poco a poco, su cuerpo se mimetizando con las llamas, hasta que finalmente se veía un cuerpo de llamas.
- Para realmente aprender la magia de un elemento, debes aprender a ser uno con él- le empezó a explicar la chica- Tu familia se puede convertir uno con su elemento?
- Si... Mi mamá siempre se convertía en una estatua de piedra cuando entrenaba, mi hermano podía entrar en el lago durante horas y ser líquido como el agua, y el maestro siempre viajaba como el viento.
- Y tu aprendiste a hacerlo?
- En parte- le responde Mil, extiende su brazo y lentamente este se solidifica como una roca, después como un agua cristalina y por último como un ráfaga de viento concentrada- Logré que mis brazos se transformaran, pero cada vez que intentaba realizarlo de cuerpo completo sentía que algo me frenaba.
- En ese caso- empezó a pensar Mayla con las llamas ya apagadas, su cuerpo lucía como siempre, su largo cabello seguía enredado y sus ojos igual de castaños que siempre. Incluso su ropa parecía no haberse afectado por el fuego- Para que no te consuma el fuego y esta magia este a la par con las otras que ya sabes, en el ultimo punto solo lo aprenderás para tus brazos.
Mayla se acerca al segmento de rocas y lentamente lanza una capa fina de fuego sobre ella, logrando que las piedras se calentaran y un fino color rojizo las envolviera.
- Logra caminar sobre las rocas sin llorar- le ordenó la chica apuntando a su obra de arte.
Mil se acercó lentamente a las rocas, titubeante y preguntando si realmente quería aprender magia de fuego. Sin embargo, logró pasar por las rocas sin sentir el calor y sin quemarse.
Después de 50 días de entrenamiento.
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El Mestizo
FantasySi nunca te has preguntado de donde viene el dicho "La luna es la amante del sol", no creo que te hayas preguntado que ha sido del fruto de ese amor maldito: un niño inocente entre medio de una guerra ancestral.