Parte 8

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Mil intentaba concentrarse en su vela, pero después de unos minutos el calor del sol estaba abrumándolo y haciendolo sudar. La pequeña llama de la vela se iba consumiendo lentamente, hasta que finalmente se consumió por completo. 

El joven levantó su vista buscando a Mayla, quien estaba detrás de él posicionando distintas piedras una frente a la otra, haciendo un pequeño camino. 

- Se me ocurrió una mejor idea- le dijo Mayla antes de que él pudiera preguntarle algo- Tu no estas acostumbrado a convivir con el calor del fuego. Como cualquier persona, dependes de él cuando tienes frío, pero es hasta cierto punto. 

- Entonces, que me vas a enseñar? A ser uno con el fuego?

- Exactamente!- le respondió la chica colocando la última piedra- Tienes que aprender a soportar el calor del fuego e incluso no sentirlo cuando toca tu piel. 

Mayla chasqueó sus dedos y todo su cuerpo se envolvió en suaves llamas doradas. Ella se mantuvo serena y tranquila, no le dolían ni le molestaban. Poco a poco, su cuerpo se mimetizando con las llamas, hasta que finalmente se veía un cuerpo de llamas. 

- Para realmente aprender la magia de un elemento, debes aprender a ser uno con él- le empezó a explicar la chica- Tu familia se puede convertir uno con su elemento?

- Si... Mi mamá siempre se convertía en una estatua de piedra cuando entrenaba, mi hermano podía entrar en el lago durante horas y ser líquido como el agua, y el maestro siempre viajaba como el viento.

- Y tu aprendiste a hacerlo?

- En parte- le responde Mil, extiende su brazo y lentamente este se solidifica como una roca, después como un agua cristalina y por último como un ráfaga de viento concentrada- Logré que mis brazos se transformaran, pero cada vez que intentaba realizarlo de cuerpo completo sentía que algo me frenaba. 

- En ese caso- empezó a pensar Mayla con las llamas ya apagadas, su cuerpo lucía como siempre, su largo cabello seguía enredado y sus ojos igual de castaños que siempre. Incluso su ropa parecía no haberse afectado por el fuego- Para que no te consuma el fuego y esta magia este a la par con las otras que ya sabes, en el ultimo punto solo lo aprenderás para tus brazos. 

Mayla se acerca al segmento de rocas y lentamente lanza una capa fina de fuego sobre ella, logrando que las piedras se calentaran y un fino color rojizo las envolviera.

- Logra caminar sobre las rocas sin llorar- le ordenó la chica apuntando a su obra de arte.

Mil se acercó lentamente a las rocas, titubeante y preguntando si realmente quería aprender magia de fuego. Sin embargo, logró pasar por las rocas sin sentir el calor y sin quemarse.
Después de 50 días de entrenamiento.  

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