Capítulo 4

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Ansel

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Ansel

Al sentir ese fuerte y amargo olor adentrarse en mis fosas nasales, no dudo ni por un segundo negarme a su invitación. No tenía planes de volver a beber. Las memorias inundaron mi cabeza como si fueran miles de reflectores tratando de alumbrar la parte oscura de esta. Siento como mi corazón aumenta su ritmo cardiaco inconscientemente. Jade quita esos agrios pensamientos de volada cuando me arrebata la botella. La huele y se da cuenta que es alcohol.

Su rostro que antes adornaba una sencilla sonrisa de diversión es sustituida por una expresión de desilusión total. Ella me pasa la botella de agua llena de alcohol nuevamente y posa sus ojos en nosotros.

Pero tan siquiera es capaz de decir algo.

Frunzo mi ceño ante esa actitud tan... inesperada y misteriosa.

Jade se aleja de nosotros y la observo hasta que entra a su cabaña. No dudo en derramar el alcohol en la tierra mientras mis pensamientos me concomen. Jade realmente lució ofendida y literalmente con la mirada que nos echó es como si de alguna extraña forma fuéramos culpable de... ¿De qué?

Jade me parece muy curiosa, y un tanto cómica. Llevo menos de cuarenta y dos horas de conocerla y lo único que sabia es que no le agrada estar aquí, tiene las iniciales de Justin Bieber y su mamá, la cual es un cielo, insiste en que haga amigos.

–Hey, hermano. ¿Qué has hecho?– pregunta Riley notando que he derramado todo el alcohol que había en la botella apropósito –Le fue difícil a Theo conseguir esa bebida.

–Nombre marica y también gustos. ¿Que le sigue?– espeta Theo, provocándome.

Frunzo mi ceño aún más. Quiero pensar que Theo de naturaleza es un prepotente en vez de que realmente me detesta.

¡Hey chico, yo vengo en son de paz!

Pero tengo límites.

–Oh, Theo, vete al infierno antes de que se me olvide.– suelto con un tono desinteresado, haciendo que este se cabreara más.

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