Capítulo 16

1.7K 141 15
                                    

Ansel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ansel

El dolor que siento en mi pópulo derecho es jodido. Terriblemente jodido. ¿Quién mierdas me mando a meterme en esta idiotez? Maldigo una y otra vez el impulso que tuve que me ha costado bastante. Demonios.

–Estoy triste por haberme perdido la situación.– suelta Riley observándome desde el marco la puerta. Solo lleva unos calzones de playas muy cortos con un estampado de helechos y flores.

–¿Disfrutar como me parten la vida? Gracias Ri.– soy sarcástico.

–Uh, esos humores de perras.– suelta frunciendo su nariz –Hermano, relájate.

Termino de untarme la pomada que Mariza me dio. Aparentemente cambiará a Theo por un tiempo provincial y tenemos que asistir a unas terapias de no-se-que y que no-me-importan.

–Al menos ahora no tendré miedo a que me acuchillen en la noche. Theo da escalofríos, siendo totalmente trasparente.– opina Callum colocando sus gafas –¿Riley, vienes ya?

–Obvio que sí. Todo lo que involucre sol, playa y chicas yo le entro.– dice animado volteándose hacia Callum –Tiempo, ¿a qué exactamente?

–Surf, tarado.

–¡Esa es la onda, hermano!

Veo como salen y me dejan solo. Lo que necesito para torturarme.

~ ~ ☼ ~ ~

–En lo absoluto aceptamos violencia en este campamento. Esta en el acuerdo que firmaron sus tutores. Está sumamente claro, hasta en negrillas. Esto es un centro donde solo buscamos pasarla bien y no podemos pasar por alto tal espectáculo.–  sip, Mariza puede ser incluso peor que una madre. 

Su cabello está encrespado. Luce realmente molesta porque no ha dejado de manotear sus manos. A pesar que es mucho más baja que nosotros, ninguno se pone a la defensa. No quiero cagarla más, ademas acepto que es mi culpa.

–¿Acaso no dirán nada, jóvenes?– pregunta pasando su mirada pesada de Theo a mí.

–La verdad es que no quería reaccionar así pero es que. Theo es un idiota.– justifico sin muchas ganas de continuar esta conversación.

–Estoy frente a ti y puede ser riesgoso, niñita.– espeta entre dientes.

–Lo siento, ¿dañe tu hombría prepotente?– se me hace inevitable.

–¡Suficiente! Si no arreglan sus diferencias tendré que expulsarlos.– amenaza Mariza.

¿Ser expulsado? Para mi eso no era una opción, no quiero irme de aquí para nada. Por mi me quedo a vivir aquí. Estoy bien aquí. Alejado del mundo. De mi mundo. Nop. En definitivamente no iba a irme a ningún lado.

Rayos de Sol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora