12. Cuidado

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Ryan

Subí a mi coche y llevé a Luke a casa, luego me volví a la empresa.

Toda la tarde estuve distraído, pensado en Nicole, en lo destrozada que estaba con el accidente de su hermano. Queria quedarme con ella hasta saber que su hermano está mejor, pero su padre no me lo permitió. No quise faltarle el respeto al señor Carrington, eso empeoraria las cosas, a demás no puedo tener problemas, eso dañaria mi imagen y es lo que menos quiero.

Dylan me llama avisandome que Andres acaba de despertar, pero hay un problema. Por el golpe que recibió en la cabeza perdió parte de la memoria, no recuerda desde su cumpleaños número nueve. Su memoria ha retrocedido seis años atrás, en el tiempo que Nicole y yo eramos novios.

Salgo de la empresa, subo a mi coche y cuando salgo del estacionamiento veo a Alexandra afuera cargada con un montón de papeles.

Detengo el coche junto a ella y me bajo para ayudarla a subir, ella al principio se negó a que la lleve, pero no puedo permitir que viaje en bus con un montón de papeles importantes para la empresa.

—No era necesario señor Anderson, mi casa no está tan lejos.

—En bus queda muy lejos.—digo poniendo en marcha el coche.

La dejo en la puerta de su casa, ella agradece y antes de que me retire, deja un beso en mi mejilla, se aleja y la miro fijamente.

—Señor Anderson usted es tan guapo, me gus...—

—No sigas Alexandra.—La interrumpo.

Ella traga grueso y se aleja.

—No confundas la amabilidad con el coqueterio.—Digo y veo como rompo la ilusión que reflejaban sus ojos.

A veces puedo llegar a ser hiriente cuando la persona no entiende.

Habíamos quedado en que olvidariamos lo que pasó, ella fue la que dijo eso. Ahora no entiendo a que viene todo esto.

—Hasta mañana señor Anderson. —Dice ella y se aleja a paso rápido, entrando a su casa de inmediato.

Suelto aire con pesadez y miro la puerta de la casa de Alex.

Fui hiriente, lo sé. Pero dije la verdad, yo estaba siendo amable, eso no queria decir que me la queria follar. También admito que tengo la culpa de que Alex se confunda, hay veces que no sé que hacer con mi vida, asi que busco a Alexandra para olvidarme un rato de mis problemas. Para olvidarme que detrás de esta fachada de hombre empresario, todavía existe ese niño que sufre por las cosas de su pasado, un niño que necesita que papá y mamá le den un beso y le digan lo mucho que lo quieren.

No es fácil para mi estar en esta situación, tener que hacerme el duro para que nadie note lo que siento por dentro.

Aflojo el nudo de mi corbata y conduzco hasta llegar a casa. Gracias al cielo Luke está cambiando, con ayuda de Dylan he estado aconsejando a Luke. Me siento bien ver como mi primo está poniendo todo de su parte para enderezar su camino, él si tiene fuerza de voluntad.

.

.

Voy por Luke a la escuela y lo llevo a casa, bajamos y vemos que los Carrington están llegando a su casa. Del coche bajan los padres de Nicole, Andres y Nicole que está sujetando a su hermano del brazo.

Andres nos ve a la distancia y levanta la mano en señal de saludo.

Luke mira al señor Carrington y no se anima a saludar a Andres.

—El jamás me saluda cuando está con su padre.—Dice Luke.

—Tal vez no recuerda que su padre le prohibió cualquier contacto con nosotros.—Digo viendo como los Carrington entran a su casa.

Desde que te fuisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora