26. La nueva.

14K 728 98
                                    

Andres

Si acepté ir al departamento de Ryan con el abuelo solo fue por mi hermana, sé lo importante que era para ella que nuestra familia se reconcilie con los Anderson. Lo que ella no entiende es que no será facil, al menos para mi, no será nada facil tener que ver a Zoe con Luke, así que prefiero guardar distancia.

Yo no le digo nada a Ryan para no causar más problemas, mi hermana lo ama y aunque yo no quiera que sea así, no puedo hacer nada, solo me queda aceptarlo. La felicidad de mi hermana también es la mia, aunque no se lo haga saber.

A veces me da un poco de celos de saber que en estos momentos ella podría estar conmigo, aconsejandome y tratando de darme ánimos. Pero no, ella está con Ryan.

Llegamos a casa, al bajar del taxi veo que de casa de los Anderson sale Zoe, su mirada se clava en la mia, penetrandome con esos grandes ojos.

—Limpiate la baba muchacho.—Me dice el abuelo.

Desvío rápidamente la mirada y trato de entrar a casa, pero su voz diciendo mi nombre me detiene.

—¿Podemos hablar?

—No tenemos nada que hablar.—Digo sin mirarla.

—No seas malo con ella. Tú eres el unico culpable de todo esto, siempre debiste hablar con la verdad.—Dice el abuelo y entra a la casa dejándome bloqueado con lo que me ha dicho.

Siento la mirada de Zoe clavada en mi, pero no me atrevo a mirarla. Me duele verla y saber que como dijo Ryan, a mi me tocó perder.

—Necesito a mi mejor amigo, te extraño Andres.—Dice con voz temblorosa.

AMIGO.

Siempre me lo dejó claro.

Respiro profundo y volteo para verla, sus enormes ojos verdes están cristalizados. Se me forma un nudo en la garganta al verla así.

—Yo igual te extraño Zoe.—Se le forma una gran sonrisa al oir eso.—Pero ya no podemos seguir siendo amigos, mientras yo siga sintiendo esto por ti, no puedo fingir querer ser solo tu amigo. Lo siento Zoe, sé feliz con Luke.—Su sonrisa de desvanece.—Adios.—Me acerco para dejar un beso en su mejilla.

Así soy yo, directo, sin tanto rodeos se lo dije. Amo a Zoe, la conozco desde primaria, fue la unica niña con la que pude entablar una conversacion sin que se espante por mi forma de pensar, o de hablar. Me sentia en confianza con ella, sabia que podia hablar de cualquier cosa con ella, que por más que a veces no me entendia, trataba de hacerlo, y eso me encantaba.

Ya es tiempo de fijarme en otra persona, no es la unica niña en el mundo, hay muchas niñas lindas. Siempre voy a querer a Zoe, ella ocupa un gran lugar en mi corazón, pero ya es tiempo de ir sacándola poco a poco.

.

.

Me desperté antes de que mi alarma sonara, aún era temprano, así que empecé a hacer un poco de ejercicio, luego me duché y me alisté para ir a la escuela.

No tenia muchas ganas de ir a la escuela, despues de lo de anoche, no me siento con el mismo valor de verle la cara a Zoe, aún peor teniéndola en el mismo salón de clases.

Llego a la escuela y en instantes logro visualizar a Zoe con Luke en la entrada, paso rapidamente para que no me vea pero no me fijo por donde camino y termino chocando con una persona.

—Disculpame.—Mis ojos se clavan en unos lindos ojos marrones.

—Lo siento, iba distraída.

—¿Eres nueva?—Pregunto ya que jamas la habia visto en la escuela.

—Si.—Responde ella.

—Oh, pues, mucho gusto.—Le extiendo mi mano.—Soy Andres Carrington.—Ella sonrie y toma mi mano.

Desde que te fuisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora