Desde que te fuiste

35. Se terminó enamorando.

Andres.

Solo queria alguien que me amara, alguien con quien compartir mis miedos y mis más grandes sueños, alguien con quien poder contar en mis peores momentos.

Después de lo que dijo Zoe me quedé en shock, no entendia nada. Ni siquiera entendia porque Ryan estaba diciendo que Sabrina sabia donde tenían a mi hermana, pero se veia muy seguro.

Miro a Sabrina con los ojos cristalizados.

—¿Por qué?—Le pregunto.—¡Habla!—Sabrina se sobresalta y empieza a llorar negando con la cabeza.

Ryan sale del hospital a paso rápido, yo sigo esperando que Sabrina me explique que ocurre porque no estoy entendiendo nada.

—Yo no queria, te lo juro.—Dice Sabrina y trata de acercarse pero yo retrocedo.

—Andres...—Dice Luke.

Yo volteo fulminandolo con la mirada.

—¿Que quieres? ¿Burlarte?—Suelto mis brazos rendido, definitivamente me doy por vencido en esto del amor.—¡Anda! ¡Burlate!—Grito haciendo que todos miren.

—Vamonos.—Dice Luke y toma la mano de Zoe.

Mientras se aleja ella voltea y me mira con lastima, si, eso es lo que ella siente por mi, lastima, nada más que lastima.

Sabrina me toma del brazo haciendo que voltee a verla.

—Perdón.—Dice y trata de abrazarme pero yo la empujo.

—No me toques.—Digo con dolor.—¿Me utilizaste verdad?—Ella niega con la cabeza.—¡Me utilizaste para acercarte a mi hermana!

Dos guardias entran a la cafeteria del hospital y nos sacan.

A lo lejos veo el coche de papá que viene hacia mi.

—¿Que pasó?—Me pregunta mamá.

Trato de disimular mi tristeza, aunque la cara de preocupación por mi hermana no me la quita nadie.

—Nada. Nicole está en el lugar de las carreras ilegales, Ryan acaba de ir para allá.—Digo y papá maldice.

—Ese muchacho está loco, está poniendo su vida en peligro.—Dice mi padre negando con la cabeza.—Sube.—Me ordena.

—No está loco, está enamorado.—Digo subiendo al coche.

—¿Cómo está mi hermana?—Me pregunta el hermano de Stephanie.

—Está bien, la bebé nació sana. Dylan no se separó ni un segundo de ambas.—Digo y Estefan sonrie.

—Gracias a Dios.—Dice con alivio.

—Ahí está esa chiquilla.—Mamá ve a Sabrina y se baja del coche, camina hacia ella muy enojada.—¡Tú vendrás con nosotros!—La toma del brazo y la sube a la fuerza.—Te entregaremos a la policia al igual que a todos esos criminales con los que trabajas.

Sabrina agacha su cabeza y tapa su rostro con sus manos.

—¿Sabes como llegar a ese lugar?—Le pregunta papá a Estefan.

—Si.—Estefan le va indicando a papá el camino.

Miro por la ventana tratando de contener mis enormes ganas de llorar.

—Ya decia yo que habia algo malo en ti.—Le dice mamá a Sabrina.—Todo esto solo para dañar a Nicole y Ryan, gente enferma de odio.

—¡Ya callate!—Le grita papá a mamá.—Me pones más nervioso.