42. Nuestro para siempre.

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Miro a Nicole mientras duerme, empiezo hacer círculos por toda su espalda desnuda, ella abre los ojos con pesadez y cuando me ve me regala una de sus hermosas sonrisas.

—Hola precioso, ¿por qué sigues despierto?

Le doy una sonrisa de labios cerrados.

—No puedo dormir.

Nicole se levanta mostrandome sus perfectos senos, me abraza haciendo que recueste mi cabeza en su pecho, ella empieza a sobar mi cabello haciendo que me relaje y entre en sueño.

—Sabes...en mis planes nunca estuvo casarme y formar una familia, jamás se me pasó por la cabeza—digo haciendo circulos con mi dedo indice sobre sus muslos que rodean mi cintura—pero luego te vi y desde que llegaste a mi vida supe que lo queria todo contigo, casarme y tener muchos hijos, ¡muchos hijos!—grito haciendola reír.

—¿Muchos hijos?—pregunta entre risas.

—Muchos niños por todo el departamento.

—Tendríamos que comprar una casa grande con un jardín enorme donde los niños puedan jugar.

—Tienes razón.

Me levanto para dejar un beso en sus labios.

*****

Conduzco hasta llegar a la escuela, hoy es su primer día de clases de Alex, él ha estado tan emocionado estos días, esperando con ansias su primer día en la escuela.

—¿Listo para tu primer día?—pregunto deteniendo el coche frente a la escuela.

Alex mira desde el coche a todos los niños que están llegando a la escuela.

—¿Que ocurre?—ya no se ve tan emocionado como hace unos minutos.

—¿Volveras por mi?

—Claro que si campeón, saliendo de la empresa vendré por ti.

Alex abre la puerta del coche, me mira y luego mira afuera.

Está asustado.

—¿Me puedes acompañar?

Le regalo una sonrisa tranquilizadora.

—Vamos.

Bajo del coche y tomo su mano guiándolo hasta el interior de la escuela.

—Hay muchos niños en la escuela, es como en la guarderia pero no todos son buenos niños, habrán niños malos y odiosos como también niños buenos que querrán ser tus amigos.

—¿Y si un niño malo se acerca?

—Le tiras un derechazo—Alex sonrie entrando en confianza.

Ahora se ve más seguro.

Me pongo de cuclillas frente a él para estar a su tamaño, pongo mis manos sobre sus hombros.

—Si yo no vengo por ti, tu mamá o el abuelo Frank lo harán.

—Ok—Alex sonrie y entra a su primer clase.

Me despido con la mano cuando veo que Alex está sentado.

Mi hijo es un galanazo, ni bien entró a su clase todas las niñas no dejaban de mirarlo.

.

.

Salgo de la empresa y conduzco hasta llegar a casa, nos mudamos a una casa más grande cuando Alex cumplió cuatro años, el departamento ya nos estaba quedando muy pequeño, así que lo vendimos y aumentamos para comprar una casa cerca de los padres de Nicole. Estamos viviendo en el mismo barrio pero en otra cuadra, nos podemos ir caminando a casa de los padres de Nicole o a casa de mis tíos.

Desde que te fuisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora