34. La de rojo.

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Ryan

Todo está listo, nada saldrá mal

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Todo está listo, nada saldrá mal. Es mi boda, mi boda con la mujer que amo, la mujer de mi vida.

Los nervios se apoderan de mi, ya estoy en la iglesia esperando que llegue mi novia. Hace media hora debio de estar aquí, pero el padre dice que las novias siempre se retrazan, arreglandose y todo eso.

—¿Y Nicole?—Le pregunto a Kate.

Todos estamos en la iglesia, solo falta Nicole y su familia para que la ceremonia de inicio.

—Tranquilo, ya debe estar llegando.—Me dice Kate.

Respiro profundo y acomodo mi saco.

La familia de Nicole llega a la iglesia junto a Dylan y Tefi.

—¿Y Nicole?—Le pregunto a su hermano.

—No sé, ella se vino antes que nosotros en la lomusina que le mandaste.—Me dice Andres.

Frunzo el ceño.

—Yo no le mandé ni una limusi...—

—¡Ahí viene la novia!—Gritan y Nicole viene entrando a la iglesia.

Sonrio con emoción, la veo caminar hacia mi pero noto algo raro en ella, esta...panzona.

Levanto el velo y me llevo la gran sorpresa de ver a Alexandra.

—¿Donde está mi novia?—Le pregunto furioso.

—Te dije que no te casarias con ella.—Me dice Alexandra.

Toda la gente se mira confundida y empiezan a murmurar.

Tomo del brazo a Alexandra y la jalo para sacarla de la iglesia, no pienso hacer un escándalo en la casa de Dios.

Toda la gente se levanta de sus lugares y salen detrás mio.

—No la vaya a lastimar señor Anderson, recuerde que está embarazada.—Me dice Sussy, tratando de detenerme.

—¡¿Dónde está Nicole?!—Le grito presionando su brazo con fuerza.

—¡Lejos! ¡muy lejos!—Dice Alexandra.

La suelto empujandola, haciendo que retroceda un poco.

La mamá de Nicole empieza a llorar

—¿Que hiciste con mi amiga?—Gley trata de agredir a Alexandra pero Antonio la detiene.—¡Eres una maldita loca!—Le grita pataleando para que Antonio la suelte.

—Calmate, está embarazada.—Le dice Antonio a Gley y la aleja de todos nosotros.

—Encuentra a mi hija por favor.—Me suplica la mamá de Nicole entre llanto.

Paso mi mano por mi cabello en modo de frustración. Ese era mi miedo, que quieran hacer algo en contra de Nicole. Ahora no me cabe duda de que fue Alexandra la que mandó a secuestrarme para que no me casara con Nicole.

Desde que te fuisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora