15

20 0 0
                                    

-Mamá, me gusta mucho.

-¿Quién?

-Alex -tomo un pan.

-Dile lo que siente ¿Pero que no estaba con Ansel?

-Si, estaba. Él la dejó.

-¿En serio?

-Ella es una...

-Calla Ethan, tú no la conoces.

-Lo besó mientras estaba con Ansel.

-Ella te quiere -me dice mamá- a pesar de que no hizo lo correcto.

-Dime hermano, hagamos las paces por un momento.

-Bien.

-¿Qué te gusta de ella? Dime que es lo especial porque yo sé que hace apenas unos días tu estabas perdidamente enamorado de Holly.

-Pues... Su manera de ser conmigo conmigo es diferente, ella es como un perro; la comparación se escucha fea pero es cierta. Ella llega conmigo a decirme lo que pasa, después del trabajo siempre ocupa mi tiempo pero no me importa; su risa rara pero única...

-Ya entendí -me interrumpe.

-Oh.

Subo a lavarme los dientes y bañarme, cuando termino voy a mi cuarto a hacer tarea y después a dormir.

(...)

-Chico este desayuno es increíble -le digo a Ansel, disfrutando los hotcakes que preparó.

-Seré un famoso chef saliendo de esta escuela, triunfaré.

-Si claro -Agar le da una cachetada de cariño.

-Me envidiarán.

-Sigue soñando amiguito -le digo y voy a mi casillero por unas cosas.

Termino se sacar las cosas y doy vuelta en uno de los pasillos, a lo lejos veo a Alex; pelo recogido con una doña y su uniforme bien planchado, trae unos libros abrazados que después guarda en su casillero. Se ve tan linda.

Ella cierra el casillero y camina en mi dirección, aún no me ve. Choco a propósito con ella.

-Lo siento, no te había visto... Oh, eres tú.

-¿Y no me pedirás disculpa? Ya se te hizo una costumbre chocar conmigo.

-Tú eres la que siempre choca conmigo, empiezo a creer que te gusto -me río.

-En tus sueños.

Me da una palmada en el pecho y me hace a un lado para irse.

-¿Huyes de mi?

-Tal vez.

-¿Estás enojada por lo de ayer?

-Tal vez.

-¿Podrías dejar de decir tal vez?

-Tal vez.

-Bueno me voy.

-Jennifer hará una fiesta, sería bueno que vayas porque conociéndola me abandonará cuando lleguen sus amigos.

-Admite que te gusto -bromeo.

-No me gustas.

-Bien, iré.

-¿Sabes que eres raro?

-Idiota, tonto, raro... Lo sumaré a los apodos que me has puesto.

-Lo eres.

Y se vuelve a ir.

Un amor complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora