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-Ven a la colina por favor.

-Es una guerra ¿Qué se dirá de mi si salgo con el líder Senior?

-No soy el líder, soy más bien un veterano -me encogo de hombros aunque no me vea.

-Yo sí soy líder de mi bando, así que no iré.

-La guerra es dentro de la escuela, fuera de ella somos novios -le explico.

-No lo sé...

-Bueno entonces adiós.

Le cuelgo.

Esa chica siempre se hace del rogar, al igual que yo cuando hago mis dramas; pero esta vez si necesito que venga y seguramente vendrá hasta acá a reclamarme por que ella sabe que no le voy a contestar ninguna llamada.

-¡Mendes! -la escucho gritar desde lejos.

-Higenton -le contesto.

-Nunca, en tu vida se te ocurra colgarme de esa manera -me pega en el pecho.

-Uy perdón señorita delicada -me rio.

-Bobo -sigue pegandome.

-Alex -para al escuchar mi seriedad- para un momento y nota la diferencia.

Me examina. Sus ojos brillan.

-Cambiaste casi por completo tu oufit -me dice con sorpresa- ¡Qué genial!

-¡Hey! -digo cuando me vuelve a pegar- ojalá eso de pegarme sea una faceta.

-¿Hiciste que viniera hasta aquí para ver lo que te pusiste hoy? Conoces las fotos ¿no?

-Pero no es lo mismo.

-Es el siglo veintiuno -se queja.

-Bien, vamos por unos globos comestibles del siglo veintiuno -se ríe-, si no me crees que hay de esos te mostraré que sí.

-A ver.

-En cuanto tenga internet y dinero.

-Yo tengo ambos -saca su teléfono y comienza a buscar- el lugar más cerca está a dos horas.

-Bueno, entonces tendremos que sentarnos aquí a ver la hermosa vista -hago unos raros ademanes-, vente linda.

-Pero hace mucho sol -se queja- y calor.

-Dramática, entonces vamos a mi casa.

-Mejor a la mía, tengo tarea por si no lo sabes -me señala- y como mañana trabajamos quiero adelantarle algo a la demás tarea.

-Qué flojera -toma mi brazo y jala de él-, no quiero.

-Eres mi tutor.

-Ash.

(...)

-Ethan ya deja de lanzarme cachos que goma y mejor ponte a pegar los palos donde van.

-Eres mala, no me dijiste que tenías que hacer una maqueta de no se qué para mañana.

-Si de por si cuando escuchaste tarea te empezaste a quejar, ahora si te decía proyecto en segundos desapareces -me da una botella con silicona fría-, ponte a pegar los palos.

Lo tomo de mala gana y comienzo a pegar lo que me dijo, pero no duro mucho. Empiezo a poner la silicona en mi mano y juego con ella, unos mis manos y luego las separo para que se hagan pequeños hilos; entonces, mi novia me regaña. Vuelvo a trabajar pero una ves más me distraigo, está vez con los palitos de paleta y se los lanzo en la cara.

Un amor complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora