Un amor complicado

Esto no acaba, Ethan Mendes.

-Será tu primer fiesta aquí, tiene que venir -iniste Jordan.

-No llevamos ni un mes de clases aquí y ya me quieres llevar a una fiesta.

-Se pondrá buena, nos darán la bienvenida los de último año, dicen que se pone bueno.

-Prefiero que no me ridiculicen -me encogo de hombros-, si tú quieres puedes ir.

-¿Crees que vaya Alice? Es que me gusta y quiero invitarla a una cita -dice el chico cabizbajo.

-Acepto ir, verás que para mañana tienes la cita con Alice -contesto de inmediato.

(...)

-¿Qué debo hacer? -pregunta Jordan, claramente nervioso.

-Haz que el choque parezca casual, algo del destino, y no te muestres nervioso.

-Entendido, no nervios, choque casual.

-Muy bien.

Mi amigo desaparece y yo quedo como un antisocial que solo viene por culpa de su amgo que lo obligó, además, no conozco a casi nadie más.

Tomo algo de refresco, un poco de alcohol y botana que hay por ahí, un rato después el refresco comienza a hacer efecto en mí, así que subo al segundo piso en busca de un baño, pero no encuentro nada.

Vuelvo a la parte de abajo de la casa y sigo sin encontrar nada, una vez más subo, decidido a encontrar un baño. Cuando por fin lo encuentro entro casi corriendo esperando no hacerme encima. Al terminar me lavo las manos y me peino un poco, salgo del baño. Escucho una voz familiar algo cerca... Alice.

-¡Ethan! Amigo mío ¿qué haces aquí tan solo?

-Bueno, estaba en el baño y... Oh, espera.

La tomo de los brazos, impidiendo que caiga, la tengo algo cerca y por fin me percato que ha estado bebiendo, más de lo normal.

-Eres más lindo de cerca -susurra.

-Y tú no estás bien, vamos a tu fraternidad.

-¿Para qué? La fiesta está aquí -se aleja y se pone a bailar-, pero si quieres podemos ir y tomar un poco ¡ponernos como locos!

-Iremos pero a dormir.

-Mendes, tienes novia.

-Tú irás a dormir -la reprendo.

-Dame un beso, uno chiquito -se acerca a mí.

-No, Alice, estás tomada.

-¿Y si no lo estuviera? Seguro sí me besarías.

-No, no lo haría ni lo haré ¿okay? Vamos a tu casa.

-Vamos, Alex no está aquí, a tí te gusto yo y...

-No me gustas.

Se acerca más a mí, veo el peligro, comienza a forcejear un poco para que ceda a besarla, pero no me dejo; teniendo sus labios a literalmente un centímetro me alejo y dejo que se tire al suelo. Antes de salir choco con alguien, su cerveza cae en mi torso, al mirar hacia arriba veo que se trata del famoso Flash.

-¿Tienes problemas conmigo Mendes?

-No, Flash.

Lo esquivo y salgo del lugar. Voy casi corriendo a mi cuarto para contarle a Alex todo lo que me ha pasado hoy. Cuando llego me recuesto en mi casa, le marco a Alex y ruego por que esté despierta. Contesta.