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-¿Por qué no nos dejan ir al hospital? -pregunta Edgar.

Tanto mis amigos como mi novia y su amiga se quedan callados, el silencio de ellos me da la respuesta a la pregunta que hizo mi gemelo; mi papá no está bien.

Salgo de la casa de Ansel junto con mi hermano y tomamos un taxi al hospital. Observo a la gente, los autos y algunos edificios y negocios pasar de camino, niños tomados de la mano de sus padres y gente saliendo de un café con un vaso en mano, la gente en sus autos que van camino a su casa o trabajo.

Al llegar al hospital lo primero que hago es ir al baño, ya que no había ido desde la noche anterior. Luego Edgar y yo buscamos a mi mamá.

-¿Qué hacen aquí? -pregunta Sean.

-¿Dónde está papá? -pregunto molesto.

-Está en cama, descansando.

Aunque veo la cara de tranquilidad de mi hermano me doy media vuelta decidido a buscar al doctor, pero no es necesario, ya que lo veo caminar hacia nosotros.

-¿Estará la señora Mendes?

-No está, pero nosotros somos sus hijos; así que puede decirnos -habla Edgar.

-Muy bien, pues el señor Mendes sigue en estado grave, estamos haciendo todo lo posible por salvarle la vida.

-¿Me dice que él sigue en la operación?

-Él salió de la operación en la madrugada, se sacaron todas las balas sin complicaciones; pero su estado de salud es grave, tiene muchas heridas que si no se sanan a tiempo o se tiene el cuidado necesario podría desangrar y morir.

Me alejo, veo que se acercan las cinco personas que nos mintieron y no dudo en irles a reclamar.

-Vamos afuera -les digo.

Me hacen caso.

-Ustedes lo sabían y no me dijeron.

-¿El qué? -pregunta Alex.

-Sabían que mi papá puede morir, está en una maldita línea entre la vida y la muerte y no me dijeron -los señalo- ¿A caso están locos? Nadie les dio el derecho para decidir si decirme o no el estado de salud de mi papá.

-Calmate Ethan, lo hicimos por... -corto a Agar.

-No me quieras salir con el típico lo hicimos por tu bien, lo hicimos por que te queremos. Mi papá pudo haber muerto y yo enterado estaba -le espeto.

-Sí, lo hicimos; pero sabríamos tu reacción y la de Edgar, no queríamos perjudicarte -habla Jennifer.

-Tú callate, ni siquiera me conoces como para saber cómo reaccionaría.

Edgar llega y también les reclama.

-Paren a pensar un segundo lo que hubiese ocasionado que les dijéramos -nos dice Aarón.

-¡PARA TÚ A PENSAR LO QUE CAUSARON! -le grita Edgar- Pudieron ser los últimos minutos de vida de mi papá.

-Y nosotros en un estúpido partido -completo.

-Ethan -Alex trata de calmarme-, por esto es que no queríamos decirte.

-¿Oh en serio? ¿Y si hubiera sido tú padre? Seguramente estarías pensando lo mismo que yo.

-Si hubiera sido mi padre estaría agradecida por lo que mis amigos trataron de hacer.

-Ay por favor -se queja Edgar.

-¿A caso tu padre ha estado al borde de la muerte? No tienes la maldita idea de cómo se siente. Ninguno de ustedes tiene idea de cómo se vive lo que a Edgar y a mi nos pasa.

Un amor complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora