Epilogo

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Era un día muy lluvioso,  el cielo estaba gris,  escuchaba el chapoteo de las gotas chocar contra el piso.

Iba tarde, maldición no debi desvelarme con Claudia y Kelsey viendo películas a la vez de comiendo palomitas hasta las 2:00 am.

Tenía un paraguas para no mojarme pero a pesar de tener una chamarra el frio era demasiado.

Casi todos los taxis estaban ocupados yo tenía mis herramientas de trabajo muy bien protegidas para que no se mojaran pero debia llegar ya o perdieriamos los clientes.

Esta vez Valentina ya estaba ahí,  podia fácilmente encargarse ella pero yo tenían que ir a ayudar.

Por fin un taxi se había detenido ante mi brazo estirado, se estación frente a mi,  estaba por abrir la puerta pero fue cuando un chico se adelantó y abrió la puerta trasera dispuesto a subirse.

Al parecer no me di cuenta que este chico estaba bajo el techo protegiéndose de la lluvia y que el también le había hecho la seña al taxi para que se detuviera.

-¡Oye yo lo ví primero!

El chico había estado de espaldas solo escuche su voz algo gangosa al parecer estaba enfermo.

-xxx: No yo lo ví primero, lo siento siempre soy un caballero pero llevó prisa.

Absorbio su nariz lo que me dio un poco de asco pero eso no me impidió tomarlo del brazo y girarlo con fuerza para verlo a la cara para confrontarlo.
Me quedé con la boca abierta, el también me miro sorprendido,  ahí estaba con un abrigo color gris, una bufanda y su nariz roja.

Era Nick.

-Nick: Mi Greñuda favorita,  perdón Isabell.

Se disculpó con voz gansosa,  eso me pareció tierno y no pude evitar sonreír ampliamente.

-Mi mejor chef.

Ambos sonreímos ante volver a escuchar nuestros apodos, sin más compartimos el taxi y nos pusimos al día sobre la que había pasado con nosotros y nuestros amigos.

Pero esta ve fue diferente, ambos habíamos madurado, lo supimos con solo hablar un poco más, esta vez si iba en serio a pesar de no vernos en años.

El destino nos había vuelto a juntar y esta vez no iba a separarnos nunca.

Cuando estás destinado a estar con alguien, ni porque se separen, ni porque pase el tiempo, ni porque se vaya del país, ni porque se odien y ni por nadie ni por nada en el mundo eso cambia. Lo que es para ti jamás deja de ser para ti.

Mi Sueño Sin El Donde viven las historias. Descúbrelo ahora