Capítulo 1 - 4: Deber consagrado.

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—Si no te llamo, tu ni intenciones tienes de llamarme ¿no es así?

—Kohana-senpai, tuve una semana algo agitada ¿sabes?

—Déjame adivinar: pasaste la mayor parte del tiempo de tu descanso en casa, leyendo artículos en internet, algún libro o jugando videojuegos ¿No es así?

—No... También tuve que ponerme al día con los estudios.

El sol ya se había ido y Kohana-senpai me había llamado por el móvil camino a la estación, siempre que hablo con ella pareciera que de alguna manera u otra me estuviera leyendo la mente. Aunque era una llamada por el móvil, pareciera que me estuviera viendo a través de él.

Por seguridad tapé la cámara frontal del aparato con mi dedo índice antes de continuar...

—¿Se puede saber por qué me llamas ahora? —pregunté, algo incómodo, tratar de hablar por el móvil y tapar la cámara era más difícil de lo que pensé.

—¡Oye, me preocupa tu salud! Hace una semana te sostenía entre mis brazos cuando te desmayaste ¿Y es así como me agradeces? —replicó, sé que lo decía para hacerme sentir culpable... y funcionó.

—De acuerdo, está bien. Lo siento...

—Mira, tampoco es que esté molesta contigo, solo... No me acostumbro aún a que seas como eres ahora... —comentó, a la vez que escuchaba como su tono de voz cambiaba a uno más serio, pero con clara preocupación en él—. Pero ese no es el motivo de mi llamada.

—¿Y cuál es, entonces? —pregunté, esta vez más atento a su petición.

—¿Recuerdas cuando te comenté que Yukimura Manami, tu delegada de clases, es también mi amiga?

—Lo recuerdo. De hecho, hoy no la vi en la preparatoria... ¿Sabes si está bien? —pregunte algo preocupado.

—Precisamente eso es lo que quería preguntarte a ti... —al parecer se acercó más al teléfono y oí a través de él, algo de eco.

<<¿No me digas que de verdad está hablando desde la ducha?>> pensé, pero inmediatamente traté de concentrarme en lo que me quería preguntar.

—Maa-kun, nosotras siempre hablamos bastante seguido, pero Yuki se ha estado comportando de manera distante desde hace unas dos semanas, y de pronto ha dejado de conectarse a internet y su móvil tampoco contesta... —comentó mi senpai con una genuina preocupación, pero deduje lo que quería pedirme, de hecho, yo también lo estaba pensando.

—¿Quieres que averigüe qué sucede?

—¿Harías eso por mí? —preguntó, su voz se oía más cerca.

—Tu estas lejos de mi preparatoria, así que se entiende que quieras saber de Yuki-san a través de mí. Descuida averiguaré qué ocurre y si sé algo, te lo haré saber <<además, siento que se lo debo y a Yuki-san también...>>

—Muchas gracias, Maa-kun de verdad, no sabes cuánto me ayudas. En cualquier caso, si me necesitas, sabes que puedo viajar rápidamente, si bien nuestras preparatorias están algo lejos, sigue siendo la misma ciudad —finalizó e inmediatamente oí el sonido del agua moviéndose, similar al de una bañera.

—E... Entiendo... Otra cosa, Kohana-senpai... Es algo que me ha estado molestando, pero... ¿Es imaginación mía o de verdad me estás hablando desde la bañera de tu casa?

—De hecho, si... estoy con el altavoz del móvil y acabo en entrar en la bañera. No me digas que... ¿Acaso quieres verme? —propuso de manera juguetona, pero con claro nerviosismo—. Pu.. Puedo habilitar la cámara frontal del móvil si quieres....

Lost Sorrow  Vol. 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora