Veintidós de diciembre, sábado y parcialmente nublado.
—¡El lugar es muy bonito! —mencionó la chica de lentes redondos.
—Me agrada porque no es muy concurrido —comenté mientras le dejaba su capuchino vainilla que Manami-san me había pedido minutos antes—. Y el café es bueno, también.
Manami-san había ido a visitarme al trabajo. Su intención era conversar respecto a sus dudas que prometí aclarar, fue a mi piso, en un principio, a la mañana siguiente y quería que saliéramos, en lo que según ella llamó "una cita", pero claramente ambos teníamos una visión muy distinta de lo que era eso. "Sería una cita instructiva y educativa" me insistió, pero le aclaré a mi delegada de clases que debía ir a trabajar, así que me preguntó si al menos podía acompañarme y ver donde trabajaba.
Manami-san estaba sentada junto a la barra donde preparaba el café mientras me miraba como trabajaba.
Manami traía una falda a tablas rojiza, al llegar al café también traía un abrigo color purpura claro con bordes de gamuza blanca, el cual por razones de comodidad se sacó, junto con una bufanda a cuadros marrón y creo que guantes ídem, los cuales dejó en el colgador a la entrada de la cafetería, bajo el abrigo llevaba un jersey largo, pero algo ajustado de color avellana muy claro. En conjunto parecía una verdadera princesa y cuando llegamos todo el café giro al verla entrar, hecho del cual ella no se percató en absoluto.
Recuerdo que la miraba de reojo de vez en cuando mientras le preparaba su café y debo decir que se veía muy bella, con el uniforme de la preparatoria se ve muy linda, pero en ese entonces de verdad se veía muy hermosa. Incluso lograba ponerme nervioso, me sentía como si estuviera ante la verdadera realeza...
<<Considerando su familia y lo que me contó respecto a su matrimonio arreglado... No siento que esté tan lejos de ser parte de la realeza..>> pensé mientras la observaba.
Mientras tanto, Annaisha continuaba entrando y saliendo de la cocina con alguna que otra bandeja. Ella también se sorprendió al ver llegar a Manami-san, pero a su vez, también le alegró mucho el solo hecho de que llegara a su café.
Vi como a Manami-san le brillaron los ojos al ver un Parfait de fresa sobre la última bandeja que llevaba Annaisha a una pareja que estaba sentada en una mesa junto a la entrada.
—¿El amor trata de compartir esos Parfait? —preguntó Manami-san sin dejar de mirar ese postre.
—No, eso se llama hambre... Annaisha se encarga de hacerlos, se sabe la receta al revés y a derecho. Si quieres le puedo pedir que te haga uno. —contesté mientras ordenaba y preparaba las siguientes órdenes de café.
—Al parecer está ocupada, no quiero molestarla con eso. —comentó volviendo a mirar su taza para luego colocar azúcar en su capuchino vainilla.
Me percaté que colocó tres cucharadas de azúcar para luego comenzar a mezclar. Me di cuenta también como de concentrada estaba mirando aquella taza de manera fija mientras lo hacía.
Continuaba girando lentamente la cuchara en su taza, mientras yo también la miraba como hipnotizado por el movimiento. Hasta que logré reaccionar cuando Annaisha se acercó a nosotros con la intención de decirle algo a Manami-san.
—Yuki-san, ¿Quieres algún postre para acompañar ese café? —preguntó amablemente.
—¡AH! ¿Qué? Yo... Esto... —reaccionó de manera nerviosa Manami-san y me fijé como volvía a mirar su taza de manera confundida.
—¡Lo siento! No fue mi intención... —se disculpó Annaisha, sorprendida de la reacción de Manami-san.
—¡No! ¡Está bien, en serio! Solo que estaba distraída.... —reaccionó Manami-san, para luego volver a mirar la taza...
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Lost Sorrow Vol. 2 EDITANDO
Teen FictionPorque la vida cambia y cada paso que das es diferente al anterior... Lo que comenzó como un simple encuentro fortuito, ha dado lugar a un viaje de introspección y cuestionamientos. "¿Estará bien lo que hago?" "¿Es lo correcto?" "¿Es lo que busco...