Lost Sorrow Vol. 2 EDITANDO

Capítulo 5 - 2: Amor y pérdida

Con mis manos juntas disimulaba estar rezando frente al templo, miré de reojo a mi derecha para lograr ver a mi lado a un hombre en sus cuarentas, cabello negro, un abrigo gris y un traje negro, además de tener una bufanda negra y a diferencia de mí, él estaba totalmente concentrado.

O eso aparentaba...

—Si no estás interesado al menos intenta disimular que lo estás... —comentó el hombre de tez clara y un poco más alto que yo.

—Papá te dije que no quería venir, pero tú insististe... —repliqué ya dejando de disimular mi rezo—. Sabes que ni siquiera creo en esto.

—Lo sé, pero el hecho de que vengas es al menos un paso —declaró mientras separaba sus manos, para luego dar media vuelta y comenzar a retirarse—. Vamos Masao, te llevaré a casa.

Satoru Nishimura, mi padre.

Había hecho una pausa en su viaje para venir a verme justo después del año nuevo, de hecho, el día anterior me había ido a la cama algo tarde  ya que me quedé jugando hasta las tantas, había olvidado cómo jugar a "Darkness of Souls" y cuando le pillé el tranquillo terminé por volver a tomar el gusto de jugarlo.

<<Todo por culpa de Hayashi...>> pensé, aunque en realidad sabía que no era su culpa.

Había pasado tiempo desde que Hayashi Reiko se fue a su hogar y durante ese tiempo no había sabido nada de ella, así como tampoco de Annaisha... ya al tercer día sin contestar, decidí dejar de intentarlo. Solo esperaba que estuviera bien...

Por otra parte, mi padre fue a visitarme sin aviso y bastante temprano a mi piso, fue entonces cuando me dijo que iríamos al templo para pedir por la buena fortuna para el año que comenzaba. Mi padre es muy apegado a las tradiciones, mi madre también nos acompañaba, para ella era bastante novedoso, para mi... era un trámite.

—¿Masao, te encuentras bien? —preguntó mi padre. Sus ojos negros me miraba inquisitivos, pero a diferencia de hace un tiempo atrás, se le veía más tranquilo y también no tan intimidante—. Has estado bastante pensativo desde que llegué.

—Qué quieres que haga, no es muy común que papá venga de visita así como así —repliqué algo cansado por el sueño.

—Es verdad... no hemos hablado mucho desde... bueno, desde aquel día.

Mi padre continuaba caminando delante mío sin mirar hacia atrás, y mientras lo miraba no dejaba de pensar cómo era la relación con mi padre antes de todo... de pronto se detuvo, dio media vuelta y me miró a los ojos.

—Masao, no es buena idea que continúes mirando hacia atrás, debes pensar que harás a futuro, te queda muy poco tiempo para elegir.

—¿De verdad harás el papel de padre responsable a estas alturas? —contesté molesto.

—Estás siendo injusto conmigo Masao, yo siempre me he preocupado por ti... por ustedes...

—¿Si? ¿Y dónde estabas ese día? Cuando todo-- se fue al carajo... —insistí enfadado, fue solo mi enojo hablando, recuerdos de algo ocurrido tiempo atrás fue lo que me motivó, y tenía razón, fue injusto. Pero en ese momento no pensaba claramente.

Esperaba una réplica de mi padre, pero esta nunca llegó, en cambio mi padre solo me miraba con algo de tristeza.

—Me pregunto lo mismo, cada maldito día... —sentenció.

Lo miré sorprendido, de verdad esperaba una réplica dura de parte de él, pero en cambio solo estaba aceptando lo que le dije...
Me sentí horriblemente culpable.