Capítulo 4 - 8: Nobles confrontados.

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El vehículo en el que nos encontrábamos hizo un efecto somnífero en mí, tomando en cuenta que la noche anterior no había logrado dormir nada, era de esperarse que el suave balanceo al tomar las curvas y el sonido del motor hicieron que mis ojos comenzaran a cerrarse.

Sin embargo, intenté por todos los medios no dormirme, y estuve a punto de hacerlo en el hombro de Annaisha quien estaba a mi izquierda.

—Lo siento... —dije algo nervioso, mientras me incorporaba para sentarme mejor y llevaba mi mano derecha a mis ojos, en un intento de despejar mi vista.

—Descuida... —respondió, disimulando su preocupación, de hecho, ni siquiera me miró al hablarme, estaba más preocupada por la situación en la que estábamos.

Sentí la mirada penetrante de Kohana-senpai, quien estaba sentada en el asiento del copiloto y me miraba por el espejo retrovisor del vehículo, el cuál era bastante lujoso: Asientos de cuero negro, vidrios polarizados y bastante espacioso.

Los ojos color negros de Kohana-senpai brillaron ligeramente en purpura; inquisitivos en mí, hasta que luego de unos segundos los cerró, dejó salir un ligero suspiro y dirigió su mirada al paisaje que raudo se veía pasar por el parabrisas del vehículo.

<<No ha dicho ni una sola palabra desde entonces...>> pensé, para acto seguido, también dirigir mi vista hacia fuera. Fue entonces cuando comencé a recordar cómo es que llegamos a donde estábamos y como lo hicimos para convencer a Sora-sensei que nos dejara salir de la preparatoria.

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—Maa-kun, cuánto tiempo... —saludó Kohana-senpai con una ligera sonrisa—. Dime... ¿Qué es eso de una "novia"?

—No es verdad —dije en seco— Annaisha es solo una amiga y compañera de clases, eso es todo.

Kohana-senpai frunció ligeramente el ceño, un gesto casi inadvertido, para luego dirigir su mirada a Annaisha, cosa que también hice. Annaisha estaba mirando pensativa hacia un costado...

—¡Bueno, Bueno! —interrumpió Sora-sensei, tocándose la nunca con su mano izquierda, mientras su otra mano sujetaba su paraguas negro ya cerrado—. Supongo que es culpa mía por estar sacando conclusiones apresuradas...

Curiosamente, Sora-sensei no hizo ninguna pose de físico culturista extraña cuando habló, por lo general siempre lo hacía para animar.

—Sensei, muchas gracias por su ayuda —dijo Kohana-senpai con una reverencia mientras sujetaba su paraguas con ambas manos en su regazo—. Sin embargo, debemos pedirle un último favor.

Sora-sensei se volvió en su dirección.

—¿Y en qué puedo ayudarle, señorita? —Preguntó más animado.

—Necesito que, por favor, deje salir a mis amigos por unas horas ¿Es posible?

Sora-sensei se volvió más serio y se llevó sus manos a la cintura.

—Sabe que no se puede, estamos en horario de descanso, pero aún quedan las clases de la tarde.

En ese momento, Annaisha se adelantó un par de pasos y declaró:

—Sora-sensei por favor, una amiga nuestra necesita nuestra ayuda... No sabemos nada de ella desde hace un par de días.

—Eso no es excusa, pueden hacerlo luego de las clases — sentenció Sora-sensei, supongo que de verdad se tomó en serio su papel como profesor que es.

Di un paso hacia el e intervine:

—Sora-sensei, estamos preocupados por nuestra delegada Yukimura Manami. Además, Annaisha y yo trabajamos después de clases y no podremos ir luego.

Lost Sorrow  Vol. 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora