—Debido a eso les pediré que, por favor, se retiren, pronto vendrá el resto del consejo estudiantil y tenemos mucho trabajo que hacer.
Nos interrumpió una voz proveniente desde el pasillo a nuestra izquierda, al mirar me encontré con un chico alto, tez clara, unos intimidantes ojos negros y alargados, su cabello azabache peinado ligeramente hacia el costado derecho, además de unos lentes al aire. En conjunto, era alguien que demostraba autoridad, por el mismo motivo, imaginé quién podría ser:
—¿Eres el presidente del consejo estudiantil? —pregunté.
—Manami, te pedí que hicieras unas cosas ¿lo hiciste? —ordenó el chico, a la vez que ignoraba completamente mi pregunta.
—¡Ah! S–Si, estaba en eso... —reaccionó Yuki-san, bajando la mirada nuevamente. Pareciera que no comprendiera por qué le hablaba así...
—Yuki-san, recuerda que cualquier cosa que necesites estaremos aquí ¿Sí? —agregó Annaisha con una ligera sonrisa.
—No hace falta tu preocupación... Manami estará bastante ocupada durante este periodo y lo que menos necesita es más distracciones innecesarias —declaró el tipo mientras nos miraba serio.
—Quién decide eso es ella, no tú. —repliqué molesto
Al hacerlo, el presidente me miró de arriba abajo y luego de ello preguntó:
—Tu eres... Nishimura-kun ¿No? Creo haber oído de ti antes de parte de Manami... ¿Puedes venir un momento? —indicó, invitándome a pasar al salón del consejo.
No sabía que se traía el tipo entre manos, tampoco me imaginaba lo que sucedería después... Por otro lado, Annaisha y Yuki se quedaron a mi espalda, en la entrada de la sala, mirándome con algo de preocupación mientras yo ingresaba a esta.
Una vez dentro de la sala, me percaté que esta no era nada del otro mundo: Al costado izquierdo había unas repisas con algunos trofeos de deporte, excelencia académica y al lado contrario, unos muebles con carpetas y archivos ordenados en ellos. Parecía ser una gran oficina, con unas mesas ordenadas en "U" en el centro y con un sillón negro en la cabecera de esta.
—Nishimura-kun, tengo entendido de que estuviste enfermo... Insuficiencia cardíaca... Debe ser doloroso ¿No? —comentó mientras ingresamos a la sala, para luego quedarse frente a mí, de tal manera que yo le daba mi espalda a Yuki y Annaisha.
—¿Por qué sabes eso? —pregunté molesto, y algo sorprendido.
—Como presidente del consejo, es mi deber saber lo que pasa con los alumnos de esta preparatoria, sobre todo si alguno tiene un problema tan grave, además...
Fue en ese momento, cuando hizo el ademán de querer acercarse para decirme algo al oído, instintivamente quise alejarme de él, pero cuando iba hacerlo, fui sujetado de brazo derecho con su mano izquierda y con un semblante más amenazante ordenó:
—Aléjate de Manami, ella me pertenece y no pretendo dársela a nadie.
Lo siguiente que recuerdo fue un fuerte golpe en mi pecho el cual me quitó el aliento y seguido por un punzante dolor en el, vi la palma de su mano derecha apartarse de mi pecho justo donde sentí el golpe, di un par de pasos atrás mientras me llevaba mis manos a mi pecho y caía sobre mi rodilla izquierda del dolor.
El dolor en mi corazón rápidamente se acrecentó, y de pronto comenzó afectar la garganta, incluso la mandíbula. Me estaba ahogando.
—¡Nishimura-kun! ¡¿Qué te pasa?! —el presidente se inclinó a verme, simulando preocupación, fue en ese momento cuándo, Yuki y Annaisha se acercaron a mi.
—¡Masao! ¡¿Qué pasó?! —preguntó Annaisha al llegar a mi lado para inclinarse y poner sus manos en mis hombros para sostenerme:
—¡Nishi-kun! ¡Aguanta, llamaré a enfermería! —exclamó mi Yuki a su lado, para luego salir corriendo en dirección a la enfermería.
Vi como el presidente frunció el ceño al oír a Yuki-san decir mi apellido. Yo aún trataba de recuperar el aliento. Sin embargo, a duras penas logré ponerme de pie con Ayuda de Annaisha, para luego mirar con enojo al presidente.
Pasados unos minutos ya estaba respirando un poco mejor, y con ayuda de Annaisha había logrado tranquilizarme, al rato también llegó Yuki junto a Kobayashi-sensei.
—¡Nishimura-kun! —exclamó mi sensei al llegar—. ¿Qué ocurrió?
—¡No lo sé, estábamos platicando y de pronto le dió un dolor al corazón que incluso no le dejaba respirar! —contestó Yuki-san asustada.
—¡De acuerdo, vamos a la enfermería! —indicó, para luego mirar a Annaisha—. Ayúdame a llevarlo.
—S... ¡Sí! —asintió esta última.
Logré ver que Yuki-san quería ir con nosotros, pero fue impedida por el presidente del consejo:
—Tranquila, ya llegó Kobayashi-sensei, estará bien —Mencionó mientras la tranquilizaba.
Miré a mis espaldas como Yuki me miraba preocupada, mientras el presidente con una extraña sonrisa la abrazaba con su mano derecha, acercándola a él.
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Lost Sorrow Vol. 2 EDITANDO
Teen FictionPorque la vida cambia y cada paso que das es diferente al anterior... Lo que comenzó como un simple encuentro fortuito, ha dado lugar a un viaje de introspección y cuestionamientos. "¿Estará bien lo que hago?" "¿Es lo correcto?" "¿Es lo que busco...