Capítulo 2 - 5: miedo oculto.

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Habían pasado los días, el mes de diciembre había transcurrido rápido, al punto de no darme cuenta que habíamos llegado a casi el día veinte de ese mes y ya era víspera de navidad, con los adornos por las calles y escaparates de las tiendas, así como las casas. Por otra parte, el problema de Akiyama y Yuki-san no dejaba mi cabeza.

Yuki-san era misteriosa, sinceramente no podía decir a ciencia cierta en que pensaba, sin embargo, era alguien a quien llegué a respetar en más de una manera. Es amable, preocupada y dedicada en lo que hace, se nota que ser delegada de clases le gustaba y quería que todos estuvieran bien y pudieran confiar en ella.

<<Quizás el hecho de que tenga que lidiar con Akiyama la asuste y piense que los demás dejaremos de confiar en ella al no ser capaz de lidiar con el...>>

Pensé en su momento.

<<El problema es que no se trata de solo eso, sino que también del mismo consejo estudiantil. Siento que estoy exagerando las cosas y estoy dándole demasiadas vueltas al asunto...>> continué

<<Todo esto se solucionaría si solo pudiera hablar con ella, pero durante los días siguientes intenté contactarla, pero siempre que la buscaba ella estaba con el tipo aquel...>>

Hasta que una voz femenina me sacó de donde estaba.

—Oye.

—¿Ah?

—A la mesa dos aún no le llega su café macchiato.

—¡Ah! Si, enseguida se lo preparo —respondí luego de darme cuenta donde estaba. Me había ido en mis pensamientos en el trabajo, era media tarde y Hayashi me miraba algo cansada, se entendía, ella iba todos los días a trabajar, en cambio yo, solo unas cuantas veces por semana ya que el resto tenía clases con Sora-sensei, quien me ayudaba con ejercicios cardio respiratorios y también cita con Kobayashi-sensei, quien se encargaba que mi corazón básicamente no explotara.

—¿Estás bien? —preguntó Hayashi mientras esperaba con su bandeja al otro lado del mesón mientras preparaba el café que me pidió.

—¿Por qué no debería de estarlo? —pregunté sin dejar de preparar el café, dándole la espalda.

—Estás distraído, se nota en como haces las cosas... A ti algo te preocupa.

<<Esta chica es más perspicaz de lo que parece>> pensé mientras terminaba el café, daba media vuelta y se lo dejaba en su bandeja.

—Estoy bien, gracias por preguntar —insistí.

—Mmm... —Hayashi me miró entrecerrando los ojos, intentando descifrarme—. Lo pregunto porque te he visto mucho con Anna en los descansos... ¿En que están ahora?

La miré un poco sorprendido, es decir, de verdad me estaba juntando mucho con Annaisha e incluso me llegué acostumbrar a que siempre fuera a platicar en los descansos, y no siempre era respecto a Yuki-san otras veces solo venía a saludar y preguntar como estaba, vamos lo normal.

...Excepto para mí.

—Nada... solo conversamos...

—Ya veo... —Hayashi estaba pensativa mirando el café que sostenía en su bandeja la cual estaba apoyada en el mesón, para luego dirigir su vista hacia mi—. Será mejor que te concentres entonces. Si no, estaremos atrasados con los pedidos.

—Entiendo...

—Deja que tu Senpai te dé un consejo: Nunca dejes que los problemas se mezclen con tu trabajo, eso solo hará que empeore tu desempeño en él —declaró Hayashi apuntándome de manera desafiante y sosteniendo aún la bandeja con su mano izquierda—, al menos es lo que siempre dice Papá... —agregó mientras miraba hacia un costado y jugueteaba con un mechón rojizo, con su mano libre.

Lost Sorrow  Vol. 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora