Manami Yukimura... Mi delegada de clases, quien en un principio se mostró de manera amable y muy preocupada por quienes le rodeaban, terminó siendo la que más escondía, pero no porque quisiera, sino porque gracias a esa pureza es que no podía quitarse esa máscara...
Realmente no sabía qué ocurriría con ella y si de verdad había sido de ayuda, quien al final hizo todo el trabajo terminó siendo mi senpai, aun así, no me esperaba ese tipo de planeación y anticipación de parte de ella, se notaba que conocía a Akiyama.
Por lo que solo quedaba esperar y ver los resultados de aquella "batalla".
Una vez que nos habíamos despedidos de Manami-san y su padre, volvimos al automóvil de Kohana, durante el viaje ella no dijo ni una sola palabra, solo se quedó mirando hacia el exterior del vehículo, al igual que Annaisha quien además también se mantuvo callada y pensativa, de hecho, durante nuestra discusión con Akiyama y luego de esta, tampoco dijo nada...
Realmente no sabía qué pensar o hacer, por lo que solo guardé silencio hasta que llegamos a la preparatoria, habíamos prometido a Sora-sensei que volveríamos antes de que las clases terminaran. Además, también debía volver por mis cosas que dejé en la sala de clases.
La lluvia de la mañana había dado paso a un cielo cubierto y solo quedaba el frío característico de aquella época del año, daba la impresión de que en cualquier momento nevaría.
El aventón de Kohana nos dejó justo en la entrada de la preparatoria, por la hora deduje que las clases estaban por terminar, aún así debíamos al menos, hacer acto de presencia.
—Recordé que le prometí a Reiko que la vería luego de clases, así que me adelantaré ¿Sí? —mencionó Annaisha al bajar del vehículo negro—, muchas gracias por todo Tsukino-senpai —agradeció con una reverencia y con ambas manos tomadas frente a ella, para luego partir rauda al interior de la preparatoria.
La miré irse apresurada a la vez que esquivaba algún que otro charco producto de la lluvia pasada.
—Bien, yo también me voy —agregó Kohana-senpai mientras abre la puerta del automóvil negro y disponiéndose a subir en él.
—¡Espera! —la interrumpí antes de que lograra hacerlo—. Mu– Muchas gracias, Kohana-senpai, sin ti no sé qué hubiéramos hecho...
Sin embargo, mi senpai solo guardó silencio dándome la espalda, se mantuvo quieta unos segundos junto a la puerta del vehículo abierta, mientras su cabello oscuro le cubría los ojos.
—¿Eso es todo? —preguntó suavemente, rompiendo aquel incómodo silencio.
—¿Eh?
—¿Eso es todo lo que dirás? —preguntó Kohana alzando su vista para posarla fijamente en mi.
—No... No entiendo a qué te refieres ¿Qué más quieres que diga?
Kohana entonces cerró fuertemente la puerta del vehículo con su mano derecha para luego acercarse rápidamente hasta donde estaba; justo detrás del automóvil.
—¡¿Recuerdas siquiera lo que te dije hace un mes?! —preguntó Kohana acercándose a mi rostro furiosa.
—¿Hace un mes? ¿Cómo quieres que recuerde eso? —repliqué confundido.
—¡¿Ni siquiera te acuerdas cuando te llamé pidiéndote ayuda respecto a Manami?!
—¿Qué?
—Te dije: "Si me necesitas sabes que puedo viajar rápidamente"
—¿Pero de qué hablas? Eso hice ¿no?
Kohana-senpai dió media vuelta, con una mano en la cintura y la otra frente, luego volvió a mirarme de manera fija y completamente enojada.
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Lost Sorrow Vol. 2 EDITANDO
Teen FictionPorque la vida cambia y cada paso que das es diferente al anterior... Lo que comenzó como un simple encuentro fortuito, ha dado lugar a un viaje de introspección y cuestionamientos. "¿Estará bien lo que hago?" "¿Es lo correcto?" "¿Es lo que busco...