Capítulo 17

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Por fin estoy en casa, no sabía que la echaba tanto de menos. Después de todo lo que pasó es un alivio estar en un sitio conocido. Me siento más cerca de Marcus que nunca, intentó hablar otra vez del tema, pero le dije que cuando estemos en casa.

Miro mi casa desde fuera, ya no es tan grande. Respiro hondo y entro con una sonrisa.

- ¡¿Ofelia?!, ¡Ya estoy en casa! - no recibo ninguna respuesta. Voy a la cocina para ver a mi nana. Mi sonrisa se borra cuando veo a la última persona a la que quería ver en estos momentos -. Jane - digo secamente.

- Puedes llamarme también mamá, no sé si sabes que todavía lo sigo siendo - dice tranquilamente bebiendo su taza de té.

- No lo sé, creí que ya no lo eras ya que nunca te veo - mi madre sonríe débilmente, está vestida de negro, qué peligro -. ¿Quién se ha muerto? - ella me mira de mala manera.

- No tiene gracia. Tu padre ha muerto y no estabas en su entierro. ¿Sabes cuánta gente me ha preguntado por ti?, no sabía qué responder, hasta Amelia y Rossie aparecieron - comienza a sollozar -. ¿Qué clase de hija hace eso?, no eres digna de ser hija de tu padre. Me decepcionas, Natalia.

- Voy dormir, no quiero discutir - doy media vuelta para ir a mi cuarto, Jane me lo impide. Es ex-modelo, sigue siendo alta y fuerte. Me jala del brazo.

- A mí no me des la espalda, te estoy hablando - no digo nada, sólo me quedo mirándola. No quiero desahogarme con ella, porque la voy a matar con todas y cada una de sus verdades  -. Yo no te he enseñado a ser desobediente, te enseñé mejores modales. Ni el pésame le has dado a tu madre, ¡tu padre ha muerto! -grita, es una histérica nata -. ¿Y quieres dormir?, eres una estúpida.

- La verdad es que me da igual lo que me digas, no me apetece hablar de mis sentimientos contigo, ni quiero saber cómo te sientes. Tú no me enseñaste nada, aparte de que no te importo. Así que no me vengas con tonterías, "mamá".

- ¿Qué clase de hija eres tú? - me abofetea -. Tu padre ya no está y ¿así me respondes? - pongo mi mano en mi mejilla. Si supieras lo que me ha pasado por vuestra maldiga culpa...

- Sí, así te respondo. Me da igual que esté muerto. De haber sido yo quien estuviese muerta, no habríais aparecido. Tendríais una excusa para no estar, así que tu dolor me importa un carajo, porque cuando os necesité, no estabais ahí para apoyarme - de la vergüenza, vuelve a sentarse y me marcho dejándola con su amargura.

No quiero ser como ella. En comparación con mi madre, soy mejor persona.

Lágrimas traicioneras comienzan a deslizarse por mis mejillas, esa mujer es un monstruo egoísta y una mala madre. Eso es lo que ella quiere, que llore. No, no lo conseguirá, no voy a llorar y menos por su culpa.

Sin darme cuenta estoy frente a la puerta de la habitación de Marcus. Entro sin llamar, al verme, pone su mejor sonrisa -. Tus cosas están en tu habita... ¿qué ocurre? - se acerca a mi y lo abrazo fuertemente. Empiezo a llorar como una idiota -. Nena, nena - pone sus manos en mis mejillas para limpiar las lágrimas -. ¿Qué ha pasado? ¿Es por lo de tu padre, verdad?.

- No, es por la bruja de mi madre - balbuceo -. La odio, la jodida me ha abofeteado - sollozo como una niña pequeña -. No quiero llorar, pero ella siempre lo consigue porque quiere que esté así, triste. Cada vez que la veo me llama mala hija, olvidándose que la mala es ella y que no supo cuidar de mí. Odia verme bien - mi chófer me abraza aún más fuerte.

1º. Mi Chófer (Bilogía Empleados) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora