La Nueva Reencarnación

Los salvadores del mundo y el método improbable

-CAMILAAA!!!

Todo lo que Edrian podía hacer era gritar y sollozar sin control sobre el cuerpo de su estimable amiga, sus pensamiento estaban hechos un desorden total, principalmente por una mezcla de ira, impotencia, dolor y confusión y solo fue sacado de su estado de ese estado cuando sus también preocupados compañeros trataron de acercarse a ellos, provocando que los mire con furia diciendo:

-NO SE ACERQUEN O JURO QUE LOS MATO!!

-Ugh....

Esta amenaza junto a su mirada fulminante fue más que suficiente como para que todos los presentes sintieran repentinamente un escalofrió recorrerles todo el cuerpo, esa reacción y tono lo hicieron que ante los ojos de sus compañeros no a su valiente líder que acababa de vencer al General de las Tinieblas, si no alguien completamente diferente, ya no parecía humano, era más parecido a una leona protegiendo con garras y dientes a su pequeño cachorro, y una situación así uno sabría que no era prudente acercarse ya era potencialmente capaz de atacar brutalmente si se acercaban demasiado.

-Por favor comandante pare!

-No molestes...

-.... !?

Pero de la nada, uno de ellos empezó a acercarse lentamente a ambos, y aunque su rostro no mostraba emoción alguna, y a pesar de que  internamente también estaban tan atemorizado como los demás, lo hizo ignorando las advertencias y suplicas del resto, ese alguien era otro de los 5 lideres de este batallón victorioso, su nombre era Alfonso Bazzer, un Elfo de cabello blanco, portador elegido del machete sagrado, el segundo más prominente, y un reencarnado de un planeta no muy lejos de la tierra, pero mas importante era quien se había vuelto uno de las personas más cercanas a Edrian aparte de Camila, luego de haber pasado juntos momentos muy duros y en dichos momentos era el que tenía que hacer recobrar la razón e incluso si tenía miedo a su reacción, él siempre demostraba al final el porque era el mas valiente y decidido para tomar acción en esos momentos, por lo que una vez en frente a ellos, miro detenidamente uno momentos a Camila, ignorando como si nada las amenazas de su camarada y amigo, entonces le dirigió la mirada y le dijo calmadamente: 

-Edrian..... ella sigue viva- Dijo él.

-COMO!!??- Exclama confundido.

-Ya escuchaste, recuerda que tengo una gran percepción, ella aun tiene pulso, pero es muy débil, solo pruebalo- Dijo apuntando al cuello de su compañera.

Todavía con cierta duda y miedo, pero ahora aferrándose a esa pequeña esperanza dada por las palabras de su perceptivo camarada, lo hizo y luego de unos segundos, de su rostro afligido empezó a generarse una sonrisa cada vez mayor y grito:

-SIGUE VIVA!!!

-.... !!

Exclamo sollozando solo lo hacía con una abrumadora felicidad y alivió, algo que ayudo a calmar el tenso ambiente entre los otros soldados preocupados, a lo que Alfonso volvió a dirigirse a Edrian diciendo:

-Edrian, aunque ella todavía tenga pulso no motivo para alegrarse aun, ya que este se va haciendo más y más débil, ella necesita ayuda médica urgentemente- Dijo con seriedad.

Pero antes de poder ordenarle a sus hombres prepararse para irse, se escucharon numerosos traqueteos y gemidos de varios animales venir directamente hacía ellos, y cuando miraron hace el norte, se percataron que eran al menos una docena de carruajes tirados por varias clases de animales grandes como caballos y además estos estaban como los dichos transportes que jalaban muy bien blindados con armaduras y con un escudo raro impreso en ellos, era el símbolo de la Guardia Continental Central, y de uno de estos bajo un hombre mayor alto que usaba un elegante uniforme militar verde, con hombreras rojas, y varias medallas en su pecho, y con un sombrero gris así como la mitad de cabello mientras que la otra era azulado, era el capitán de este grupo, Sein Mollian, quien con prisa se acerco al lugar: