Un nuevo comienzo y el parto más doloroso

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Narra Camila

Ya es casi de mañana, me encuentro fuera de la casa abandona espero que Edrian salga pronto ya que el sol todavía no sale. Aún no puedo creer que yo y mi mejor hayamos hecho "eso" anoche, y francamente no puedo recordar nada de lo sucedido aunque mi cabello lizo quedo como melena de león, igual que Edrian, cuando me desperté, cosa que me alegra enormemente, ya que me siento como una total traidora por haber roto nuestro promesa tan duradera pero me alivia el saber que él y yo hayamos hecho otro nueva promesa anoche la que realmente espero poder mantener esta vez sin que nada pueda obligarme a romperla como con la otra, eso deseo más que nada.

Fui sacada de mis pensamientos al momento en que vive a Edrian salir de la casa ya, no puede evitar sonrojarme levemente apenas lo vi, y luego de saludarnos muy casualmente, él se dirigió al féretro dejado por el doctor mientras yo lo seguía de cerca, una vez llego, ingreso en el a solo unos pocos minutos para la salida del sol, y sabiendo bien lo que le sucedería tan pronto los rayos del sol lo tocaran, me le acerque y con gran tristeza le dije:

-Ya falta poco tiempo... para que te vayas.

-Si, lo sé- Me dijo calmadamente.

-No te preocupes, juro que haré todo lo posible para hallar esa maldita arma y la destruiré con mis propias dos manos! tampoco dejaré, si es que renaces como niña, que llegues a la pubertad femenina!- Dije con tono determinado.

Edrian parecía feliz cuando le hacía este juramento pero creo que quedo en shock con la otra mitad de lo que acabó de decir, solo espero que no sea un mal augurio nada parecido.

- C-como sea, Camila, ni tu ni yo sabemos cuanto va durar esto pero si se que podemos confiar en que ninguno le fallara al otro en hacer su parte en esto, por eso se que todo saldrá bien.

Yo solo podía sonreír ante sus palabras y asentir con entusiasmo con la cabeza.

 -Ah, ya por salir el sol, bien, solo me resta decirte no un "adiós" si no un "hasta pronto"- Me dijo levantando el pulgar y luego se recuesta en el féretro.

Solamente podía llorar sin control alguno con lo que me dijo ahora más aun mientras veía como él lentamente se acostó en el féretro y cuando el sol le dio empezó a cerrar los ojos y entraba en un estado de hibernación, parecía realmente estar muerto con como se veía, me fue difícil salir de ese incomodo momento pero finalmente pude, y tras secarme las lagrimas, procedí a mover el féretro por el camino secreto que el mapa que el doctor me dio, el camino fue muy sencillo mas aun gracias a mi gran fuerza y que no había nadie a la vista durante mi viaje.

Una vez llegue al sitio, el cual era una especie de cueva tapada con rocas las cuales quite con magia de tierra, revelando un tipo de santuario similar a una iglesia solo que sin los bancos con alguno que otro tapiz por los muros, una especia de altar decorado al final de la cueva, entonces dirigí el féretro hasta enfrente de este y lo coloque con delicadeza, una vez hecho mi labor, me prepare para irme pronto para no levantar sospechas de mis conocidos por mi inesperada fuga de la fiesta anoche pero no sin antes darle una ultima vista al cuerpo de mi amigo y reafirmarle que le pondría fin a todo esto lo más pronto posible.

Una vez llegue al sitio, el cual era una especie de cueva tapada con rocas las cuales quite con magia de tierra, revelando un tipo de santuario similar a una iglesia solo que sin los bancos con alguno que otro tapiz por los muros, una especia de a...

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