~ V ~

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-Todo esto es una mierda...-

Murmura JungKook sin ser capaz de conciliar el sueño, a pesar de que eran las 3:30 am y que todo estaba cerrado y en silencio.

-¿Que mierda hago aquí?... ¿Como se supone que terminé en este lugar?...-

Preguntó en un susurro a la nada, mientras se levanta de su fría cama para comenzar a caminar de un lado a otro por la habitación. Habitación que era de un tamaño decente, con las paredes color piel y una ventana con unas rejillas de protección, que dejaban ver uno de los patios del hospital, había tres puertas, una para salir, una del baño y la otra del clóset, también había un escritorio y un pequeño mueble junto a la cama.

Todo lo que se podía sentir en ese lugar era absoluto silencio... Una paz que para algunos podía ser la mejor del mundo, mientras que para otros, como JungKook, no les hacía nada más que provocar pensamientos no muy sanos sobre todo lo que pasaba a su alrededor, en lo qué pasó y en lo que podía pasar si seguía o no con vida.

-Debería estar en casa... Acostado en mi cama... Escuchando como Jin se duerme con la tv encendida después de haber ido  a arroparme... No en este lugar... ¡Mierda!-

Dijo exasperado, dejando salir como un grito lo último dicho, mientras tomaba una lámpara del escritorio para estrellarla contra la pared, haciéndola mil pedazos por la fuerza innecesaria que utilizó.

-Quiero irme de aquí... Dios... Yo no pertenezco a este lugar...-

Murmuró afirmándose con fuerza la cabeza, sintiendo cómo es que poco a poco comienza a faltarle el aire al notar cómo es que las paredes se comienzan a juntar, como si se estuvieran cerrando a su alrededor, dejándolo sin salida de ese lugar.

-Odio la realidad... Donde mierda están mis drogas... Joder... No...-

Susurra caminando rápido hasta la esquina de la habitación, justo a un lado del escritorio para sentarse escondido ahí, con la respiración claramente acelerada, sintiendo cómo es que poco a poco comienzan a caerle lágrimas por sus mejillas al no saber que hacer en esta situación.

FlashBack

-JungKookie... Amor, tranquilo...-

Murmuraba la bella mujer, aguantando las ganas de llorar mientras abraza fuertemente a su pequeño hijo.

-Todo estará bien... No dejes que te vea llorar... Tranquilo bebé...-

-O-Omma... ¿Que le pasa a Appa?...-

Susurra un lloroso JungKook de cinco años, totalmente temeroso por lo que sucedía, así que mantenía oculta la cara en el pecho de su madre, que lo abrazaba protectoramente.

-¡YA CALLA A ESE MALDITO MOCOSO!-

Gritaba enfurecido el señor Jeon mientras golpeaba con los puños la puerta de la habitación en las que se encontraban madre e hijo, solo causando más terror en ambas personas que estaban ahí.

-¡CÁLLALO Y VEN AQUÍ, ZORRA!-

-JungKookie... Cariño...-

Susurró la señora Jeon, afirmando la pequeña cara de su hijo para que la mirara atentamente mientras le limpia las lágrimas, tratando de no tomarle importancia a las palabras de su esposo para transmitirle aunque sea un poco de seguridad a su hijo.

-Tranquilo... No pasa nada... Appa solo tuvo un mal día...-

Continuó en un susurro la señora Jeon, juntando la frente con la de su pequeño hijo, tratando de convencer al pequeño y a ella misma de que todo estaría bien, y que su esposo no haría ninguna locura.

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