Capítulo 8: Retrospectiva

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8

Luego de que Chuck se despidiera de Red...

El ave amarilla llegó en un santiamén a su hogar, se encontraba en la cima de un árbol el cual era ciertamente alto, a su alrededor había largos trozos de madera simulando ser los escalones en una forma de espiral.

En la parte de abajo y en el comienzo de los escalones colgaba una larga cuerda, esta era el timbre, el sonido se escucharía en la parte de arriba avisando a Chuck.

Subió los escalones en solo unos segundos, para luego entrar a su hogar, era relativamente un espacio pequeño y no tenía demasiadas cosas. Inmediatamente al entrar se podía notar una hamaca en el lado derecho.

Ahí era donde Chuck dormía, o más bien, solo descansaba, al ser el ave más rápida de la isla no necesitaba dormir tantas horas como los demás, el tiempo para él pasaba mucho más rápido y solo unas pocas horas o incluso solo minutos bastaban para recuperar su energía.

También tenía una pista interna, la utilizaba cada vez que quería para practicar sus carreras, de esta manera si estaba todo un día en su hogar, tenía una manera de distraerse y pasar el rato.

El resto de las cosas eran simples objetos básicos que tienen todos los hogares; varias ventanas alrededor de su hogar, unas cuantas plantas decorativas y por supuesto una cocina y lugar para guardar sus alimentos.

A diferencia de Red, Chuck no estaba del todo cansado, así que como si no fuese nada para él, comenzó a correr a gran velocidad dentro de su casa, lo entretenido era que comenzó a desafiarse a sí mismo, viendo cuantas vueltas lograba hacer en 1 minuto. Intentándolo varias veces rompiendo su propio record una y otra vez.

Al cabo de aproximadamente una media hora ya Chuck no comenzaba a cansarse, sino más bien a aburrirse, tal vez ya era hora de descansar un rato, igual no tenía más opciones. Caminando hacia su hamaca observó la pintura que realizó ese día, la cual había colocado a un lado junto con la de Red.

Claro, ya la única que quedaba ahí era la de Chuck, la tomó con sus alas mientras una sonrisa se formaba en su rostro, no era por ser vanidoso, pero su pintura realmente le había quedado bien, Chuck no era un experto en cosas relacionadas con arte, pero se podría decir que sabía una o dos cosas sobre ese tema.

Cuidadosamente la coloco en una de las paredes, en la que estaba cerca de su hamaca específicamente, no era la primera que Chuck tenía, alrededor de su hogar se podían ver muchas más, la mayoría también hechas en las clases de Matilda y otras simplemente hechas por gusto.

Se recostó en su hamaca mientras que por la ventana a su costado observaba el cielo, solo veía las estrellas brillar en esa calmada noche, no sentía ni un poco de cansancio, simplemente se quedó un largo rato dando vueltas con el propósito de intentar sentir algo de sueño.

No sabía cuánto tiempo había pasado pero podía comenzar a sentir sus ojos cerrándose ligeramente...hasta que un pensamiento llego rápidamente a su mente, como un bombillo encendiéndose al momento de tener una idea.

Hoy la actitud de Red había sido bastante diferente...

Chuck nunca lo había visto ser así antes...

Sentimientos Encontrados (RedxChuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora