SOLO MIA

Capítulo 10 Sentimientos encontrados

Engelle

Los recuerdos de la universidad no eran los mismos desde que alis se alejó de mí. Cada día era un infierno, levantarme y buscar una razón para seguir adelante era una lucha constante de la cual no sabía si iba a ganar, ella se había llevado una parte de mí que no regresaría hasta que nuestras miradas volvieran a contactarse. Rebeca fue la única persona que estuvo conmigo mientras me hundía en mi miseria. Después de terminar la universidad con las justas, me mude con Rebeca a Londres por falta de empleo en mi país natal, ella era la única persona que me quedaba y en la podía confiar, era como la hermana mayor que nunca tuve, siempre aconsejándome y apoyándome en todo. Ella había encontrado empleo en una firma de abogado de nivel medio, por sus estudios en leyes ese trabajo era perfecto al menos por el momento. No podía dejarle toda la responsabilidad a ella sola ya era suficiente con todo lo que me había ayudado ella durante todo ese tiempo como para darle una carga más así que decidí buscar trabajo. Después de una larga búsqueda, vi un anuncio en el periódico sobre la Compañía Johnston S.A. y quise probar suerte, nunca pensé que esa entrevista me cambiaría la vida por completo.

Todo había sucedido tan rápido que aún no procesaba lo que acaba de ocurrir. Por asares del destino había encontrado Alis de una forma tan inesperada que aún no lo creía, en el fondo sentía que nada había cambiado, sentí esa conexión que aún nos unía, sus gestos, el temblor en sus manos me mostraban que ella sintió la misma electricidad que yo al verme.

Fue como regresar al pasado, tenerla a pocos centímetros de mi parecía irreal, sentí la necesidad de tenerla, de besarla, de saciar esa sed que me inundaba por dentro, quería todo de ella mis sentimientos estaban intactos desde el momento que se fue hasta el día de hoy. Pero como hacer que alguien tan terca como Alis quisiera escucharme o al menos perdonarme, necesitaba explicarle todo, talvez esos no resolvería nada pero necesitaba intentarlo.

Mi cerebro dolía y mis sentimientos se encontraban a flor de piel, eran demasiadas emociones por un día. Para pasar la conmoción del momento decidí darme una ducha y descansar. Rebeca no regresaría hasta la noche y yo necesitaba pensar como le diría que mi pasado había regresado y que necesitaba tenerlo en mi vida de nuevo. Después de una larga ducha mis ideas volvieron a aclararse, me acosté en la cama y medite lo que había sucedido ¿ella personalmente me había entrevistado y contratado? ¿Eso tenía que significar algo o no? ¿Qué tal si no me guardaba rencor? ¿Qué tal si en el fondo ya me había perdonado? Tenía que averiguarlo sea como sea, si la vida me había dado otra oportunidad para reivindicarme no podía dejarla pasar. Con esa determinación en mente, me sumergí en el mundo de los sueños, con la esperanza fugas de que me dejaría entrar a su vida otra vez.

La luz de la venta deslumbraba mis ojos en recordatorio que ya era de mañana y que se me hacía tarde para mi primer día de trabajo, trate que mi cuerpo obedecía las ordenes de mi cerebro, pero mis piernas no respondían, sentía un peso muerte encima de ella que no dejaba moverlas. Al fin logre que mi cuerpo racionara y abrí finalmente los ojos. La pelirroja me observaba con una sonrisa radiante, con hermosos hoyuelos que resplandecían su rostro y combinaba tan bien con sus ojos azulados, era hermosa, muchas veces me pregunte por que no podía volver a enamorarme de otra persona que no fuera Alis, pero mi corazón siempre se reusaba a encontrar una nuevo amor, él ya tenía un nombre grabado a fuego en él y ese no era el de Rebeca ni de ningún otro.

-- hola – saludo con vos llena de euforia—adivina a quien le propusiera ser socia de la firma de abogados—finalizo la indirecta

-- buenos días – dije desperezándome – me alegra mucho que te hayan ascendido ¿Aunque no es muy pronto para que te propongan una cargo tan importante? llevas solo 5 meses trabajando con ellos – me dispuse a sentarme pero no me dejo salir de sus redes